Era el tema del día en las portadas y las tertulias pero Pedro Sánchez no lo ha ni mencionado ante la Ejecutiva del PSOE reunida este lunes en Ferraz. Ni una sola palabra a la publicación de sus Whatsapp con el exsecretario de organización, José Luis Ábalos, desvelados por El Mundo. El secretario general ha preferido centrarse en los aranceles o en el apagón que hace 15 días dejó sin luz a la península ibérica.
Así que ha sido su portavoz, Esther Peña, la que ha tenido que dar explicaciones en una rueda de prensa un tanto bipolar. Por un lado lo ha considerado "muy grave" porque afecta al "derecho a la privacidad de las comunicaciones" pero, a la vez, ha asegurado que "no hay nada relevante" y que "mi grupo de primos es más interesante y animado". Pese a que considera que hay indicios de delito, al conculcar un derecho, el PSOE no tiene previsto "tomar ninguna medida".
"¿Cómo es posible que unas cuestiones que están en un juzgado aparezcan en un medio de comunicación?", ha asegurado para luego enmarcar la filtración dentro de una campaña orquestada por la derecha. Incluso ha recordado la frase del expresidente del Gobierno, José María Aznar, de "quien pueda hacer que haga", que dijo en unas jornadas de la FAES en 2024 y en las que llamaba a la movilización contra el Gobierno de Sánchez cuando estaba aprobando la ley de amnistía. Unas declaraciones que chocan con lo apuntado por el presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page, quien apunta a Ábalos como origen de la filtración.
Aún así Peña ha augurado que la derecha "se llevará por delante lo que sea" con "tal de llegar a la Moncloa" aunque ha augurado que no lograrán que Sánchez dimita. "Si la estrategia para sacar a los socialistas pasa por la filtración de mensajes personales que pierdan toda la esperanza", ha terciado.
Los ministros lo ven delictivo
Pese a que el PSOE no piensa querellarse, otros ministros sí ven delictivos los mensajes publicados por El Mundo. El ministro de Industria, Jordi Hereu, lo ha considerado "preocupante y denunciable" y el de Agricultura, Luis Planas, ha recordado que "la revelación de conversaciones privadas es un delito".
Aunque, en línea con el argumentario del PSOE, le ha restado importancia. "Sobre el contenido, nada que me parezca especialmente significativo. Imagínese si supiéramos las conversaciones entre el señor Mazón y el señor Feijóo", ha asegurado el ministro.