Nueva muestra de antisemitismo institucional en Cataluña. Tras el cierre de la oficina de la Generalidad en Tel-Aviv, el Ayuntamiento de la capital catalana ha aprobado este viernes una resolución según la cual se rompen relaciones con Israel, se cancela el hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv y se impedirá la participación de empresas o entidades israelís en las exposiciones de la Feria de muestras. Tampoco se podrá contratar a empresas vinculadas a Israel o que manifiesten simpatías por la causa judía.
El acuerdo ha sido suscrito por el PSC, los Comuns de Colau y ERC. Una de las primeras medidas que tomó el alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, fue restablecer el hermanamiento con Tel Aviv roto por Ada Colau. Sin embargo, el giro municipal duró pocos meses, ya que después de la matanza y secuestro de judíos perpetrada por Hamas el 7 de octubre de 2023, los Comuns y ERC arrastraron de nuevo al alcalde al terreno antisemita con la excusa de la respuesta israelí al atentado.
Esa decisión fue suspendida un año después por un juzgado de Barcelona porque entre las medidas que se planteaban estaba la prohibición de contratar con empresas israelíes, exactamente igual que ahora. En aquel momento, noviembre del año pasado, el juzgado Contencioso Administrativo número 10 de Barcelona resolvió anular el nuevo acuerdo municipal al considerar que no se trata de "meras declaraciones de intenciones o simples aseveraciones", sino de una resolución "con efectos jurídicos" que "produce una desigualdad de trato" injustificable. La sentencia señala además que el Ayuntamiento se excede en sus competencias e invade atribuciones que no le competen, entre ellas la de reformar el régimen jurídico de la contratación pública.
Pero además de los aspectos "técnicos", el juzgado señalaba que la resolución municipal emite un "mensaje claramente negativo, de alejamiento y hostilidad contra Israel y sus ciudadanos, a quienes parece considerarse como parte culpable".
De nada ha servido la sentencia ya que medio año después, los tres partidos citados –con la abstención de Junts y los votos en contra de PP y Vox– han vuelto a exhibir perfil antisemita con un bando en el que se pide "un alto el fuego inmediato y permanente", se pide la intervención del Tribunal Penal Internacional contra el Gobierno de Netanyahu y se pide el boicot económico contra Israel, al tiempo que no se menciona la liberación de los secuestrados que aún permanecen en manos de los terroristas de Hamas.