
El Consejo de Ministros formalizará este martes, 3 de junio, el nombramiento de Aina Calvo como nueva secretaria de Estado de Seguridad, convirtiéndola en la número dos del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska .El relevo se hará efectivo tras su publicación oficial en el BOE el miércoles y la posterior toma de posesión ante Interior.
Calvo sustituirá a Rafael Pérez Ruiz, quien presentó su dimisión la semana pasada alegando "motivos personales", tras casi cinco años en el cargo. Una dimisión que en el Gobierno tratan de desvincular de los últimos escándalos, asegurando que ya intentó formalizar su cese en varias ocasiones ya que quería volver a su plaza de magistrado, aunque en el partido existe cierto malestar con la gestión de Marlaska. "Tenemos el ministerio del Interior, aunque a veces no lo parezca", aseguran fuentes de la dirección en privado que admiten que desconocen cualquier tipo de movimiento interno en los cuerpos del Estado
Incluso lamentan que se enteran de posibles informes de la UCO por filtraciones en los medios. La marcha de Pérez Ruiz coincide con la llegada de Aina Calvo de la que destacan que es "una mujer de partido". La exalcaldesa de Palma ya estuvo al frente de la Policía y de la Guardia Civil de Baleares durante su etapa como delegada del Gobierno entre 2020 y 2023, pese a sus discrepancias internas con la líder de los socialistas en el archipiélago, Francina Armengol.
La llegada de Calvo contribuirá a monitorizar a un Marlaska que no tiene carnet de partido y que en 2020 cesó a la entonces número dos del ministerio que le impuso Moncloa, Ana Botella Gómez, por falta de confianza y prefirió rodearse de otro colega de profesión, como Pérez Ruiz, que, hasta ese momento, era jefe de Gabinete. Junto con Calvo también estará al frente de la Guardia Civil otra persona con carnet de militante: Mercedes González. Lo mismo sucede con la dirección general de la Policía donde está Francisco Pardo
Marlaska y los ceses
La marcha de un magistrado sin carnet del partido, Pérez Ruiz, y la llegada de una militante, Calvo, se produce en plena polémica por el caso de la llamada "fontanera" de Ferraz, Leire Díez, que buscaba información contra el teniente coronel de la UCO, Antonio Balas, para "matarlo".
No es la primera vez que el Gobierno trata de cesar a un coronel. Sucedió con Diego Pérez de los Cobos, que fue cesado por Marlaska alegando "pérdida de confianza" tras no informar a sus superiores sobre el desarrollo de investigaciones judiciales en curso, específicamente relacionadas con la autorización de manifestaciones durante la pandemia.
Sin embargo, el Tribunal Supremo concluyó que dicha motivación no era válida, ya que las investigaciones estaban sometidas a la más estricta reserva por orden judicial . Como resultado, los altos magistrados ordenaron la restitución inmediata del coronel Pérez de los Cobos a su puesto como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, y el Ministerio del Interior acató la sentencia, procediendo a su reincorporación
De ahí que ahora Marlaska sea escrupuloso con los ceses y no haya cesado a Antonio Balas de la UCO. Una unidad de la Guardia Civil que actúa bajo la dirección de jueces y fiscales cuando trabaja en investigaciones judicializadas.

