Al mismo tiempo, ha descartado que exista una "corriente organizada" de críticos dentro del partido contra su actual dirección y ha asegurado que él sería "el último en militar" en una iniciativa de ese tipo.
Con estas declaraciones, García-Page busca marcar perfil propio dentro del PSOE sin alinearse con sectores críticos, mientras apela a los valores tradicionales del partido que históricamente conectaron con amplias capas del electorado.

