La formación de Yolanda Díaz hace un giro de guion y exige a su socio de Gobierno la destitución inmediata de Santos Cerdán, así como la solicitud formal al PSOE para que este le reclame el acta parlamentaria, permitiendo que la justicia actúe sin interferencias. Con esta postura, el partido comienza a marcar una clara distancia respecto al liderazgo de Pedro Sánchez y la corrupción que le salpica.
"Este asunto es muy serio por tanto pedimos que se esclarecen todo tipo de investigaciones cuanto antes. Es de una gravedad manifiesta", declaró desde Suiza la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, subrayando la necesidad de una actuación contundente.
Como "primera medida" el socio minoritario del Gobierno ha pedido al PSOE apartar a Santos Cerdán porque "hay que cuidar la mayoría progresista de este país" y que tienen que ser "contundentes en la lucha contra la corrupción", expresó el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en declaraciones realizadas desde el patio del Congreso de los Diputados.
El viraje también se ha evidenciado en los discursos del líder de ERC y de Podemos, Gabriel Rufián e Ione Belarra. El republicano hablaba de elegir entre "la decencia y la ideología" apenas unos minutos antes de que trascendieran públicamente las mordidas y los amaños de Santos Cerdan. Incluso empieza a vislumbrarse la posibilidad de que ambas formaciones estén dispuestas a contemplar y facilitar una moción de censura impulsada por el Partido Popular. En Podemos hablan de un asunto de tal gravedad "que cambia el rumbo de la legislatura".
Fuentes de Podemos advierten de que el Gobierno ha entrado en una fase de "supervivencia" y consideran que la situación actual resulta políticamente insostenible. Incluso antes de que se hicieran públicas las últimas revelaciones contenidas en el informe de la UCO, desde la formación morada evitaban referirse al caso en términos de lawfare, otorgando credibilidad a las informaciones preliminares antes de que estallara por completo el escándalo.