"Esta legislatura necesita un punto de inflexión, un punto y aparte. Exigimos ya un auténtico reseteo. No podemos seguir así", ha asegurado la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, en rueda de prensa desde el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, lejos de representar un ultimátum, sus palabras han marcado el inicio de una escenificación política ya que apenas unos minutos después, Díaz apelaba al PSOE a establecer un "nuevo marco de relaciones PSOE–Sumar" con el objetivo de "garantizar que seguimos hasta 2027".
Eso sí, Yolanda Díaz supedita la continuidad del Ejecutivo a un "giro de 180 grados" que cumpla con sus exigencias de "transparencia, claridad y regeneración democrática". Un giro que, según ha señalado, debe ser "radical" y partir de lo social, aunque no ha concretado en qué se traduciría esa propuesta. Todo ello, pese a admitir que aún no ha conversado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien reclama una relación "de igual a igual" y la "convocatoria urgente" de la coalición de Gobierno.
Según la vicepresidenta segunda, "no basta con el perdón" y reclama acciones concretas, aunque mantiene su respaldo a un PSOE salpicado no solo por la trama que rodea al ya exsecretario de Organización, Santos Cerdán, sino también por las sospechas de posible financiación irregular en el partido.
Díaz ha expresado su "profundo enfado" y ha calificado de "absolutamente inaceptable" el escándalo que rodea a Santos Cerdán. "No podemos mirar para otro lado", ha advertido la líder de Sumar, exigiendo al PSOE explicaciones más claras: "Necesitamos saber qué ha pasado, porque a día de hoy no sabemos ni qué ha ocurrido ni hasta dónde llega".
Pese a su tono serio y su firme denuncia de la corrupción, a la que definió como "es un veneno que corroe las instituciones", esta crisis para el Gobierno de coalición, parece ya saldada con la dimisión de Cerdán y el anuncio de una auditoría externa sobre las cuentas del partido.