Junts enfría las expectativas de Yolanda Díaz sobre la reducción de la jornada laboral. Tras la reunión celebrada en el Ministerio de Trabajo con la diputada Míriam Nogueras, el grupo de Carles Puigdemont dejó claro que las posturas siguen estando muy alejadas. "Estamos donde estábamos, en las antípodas", zanjaron desde Junts, desmintiendo el tono optimista que intentó trasladar la vicepresidenta segunda. "Ha sido muy positiva", afirmaba Díaz en los pasillos del Congreso, pese a saber que no cuenta con la mayoría parlamentaria necesaria para sacar adelante la reforma.
Con esta reunión, Yolanda Díaz buscaba asegurarse los apoyos necesarios para sacar adelante su medida estrella, que tendrá su primer debate parlamentario el próximo 22 de julio en el llamado pleno escoba. Incluso barajaba la posibilidad de que Junts retirase su enmienda a la totalidad, lo que habría supuesto un paso decisivo para avanzar en la tramitación de la reforma. Sin embargo, esa opción ni siquiera está sobre la mesa. Desde Junts califican la iniciativa de la vicepresidenta segunda como "nociva" para el tejido productivo de Cataluña, argumentando que la medida no solo desconoce las particularidades del mercado laboral catalán, sino que también podría perjudicar a las pequeñas y medianas empresas, ya de por sí asfixiadas de impuestos y burocracia.
Para los de Carles Puigdemont esta medida ignora la realidad de las pequeñas empresas catalanas, que, según denuncian, están asfixiadas por impuestos y burocracia. Además, la formación independentista asegura que el Gobierno aún no les ha presentado ninguna propuesta concreta para intentar retener sus siete votos.
Junts sostiene que el registro horario y la conexión digital no se adaptan a la realidad catalana, por lo que ven difícil que la medida prospere. Si PP, Vox y Junts deciden apoyar sus enmiendas a la totalidad, la iniciativa estrella de Sumar, que ha sido su bandera desde el principio, podría verse abocada al fracaso en el Parlamento. A pesar de esta realidad, Díaz apuesta por mantener el debate abierto. No obstante, desde el Ministerio de Trabajo advierten que, si la iniciativa fracasa, impondrán el registro horario mediante Real Decreto Ley.