
Fueron apenas una decena de palabras, pero todavía resuenan en el Congreso, en la prensa y en el debate político. "¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo", espetó el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aludiendo a los negocios de Sabiniano Gómez, suegro del jefe del Ejecutivo.
Más tarde, desde el PP deslizaron una pregunta que sigue sin respuesta: ¿El piso de Prado de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón), en el que vivió Pedro Sánchez, lo pagó el padre de Begoña Gómez con dinero procedente de saunas?
Según Okdiario y El Debate, fue el propio Sabiniano quien lo habría comprado con fondos obtenidos de San Bernardo 36 SL, una sociedad que gestionaba la sauna Adán —frecuentada por chaperos— y otros negocios como el prostíbulo heterosexual Roses Girl, en Castellana 180.
Desde que se conoció esta acusación, el Gobierno ha denunciado la apertura de "una nueva mazmorra" por parte del PP, acusando a Feijóo de "cruzar una nueva línea roja". Fuentes gubernamentales sugieren que el líder de la oposición se atrevió a lanzar esa acusación —"partícipe a título lucrativo"— en sede parlamentaria porque está protegido por la Constitución que destaca la "inviolabilidad de las opiniones expresadas en el ejercicio de sus funciones".
"Sabe que lo que ha dicho es un delito", afirmaba un alto cargo, quien retó al líder popular a repetir la acusación en una rueda de prensa en la sede del partido, sin añadir la palabra "presunto". En un primer momento, desde Ferraz se dio orden de no entrar en el debate mientras que en Moncloa asumían que se había abierto un nuevo eje, el de la prostitución, del que sería difícil zafarse.
Dicho y hecho. Al día siguiente, los populares registraron en el Congreso hasta 18 preguntas en las que reclaman transparencia al Gobierno y colaboración para aclarar "hasta qué punto Sánchez se benefició del repugnante negocio de la prostitución". Las preguntas están relacionadas con el alquiler de inmuebles de MUFACE a la familia Gómez, como podría haber sido un apartamento en el edificio donde está Sauna Adán "teniendo en cuenta que estos espacios podrían haber sido utilizados para actividades vinculadas a la prostitución, explotación sexual o trata de personas".
En Moncloa lamentan lo que consideran "una estrategia" que consiste en decir que "el presidente es corrupto y putero". "No es verdad, pero las sensaciones son lo que gobierna el mundo", lamentaban fuentes del Ejecutivo.
La tensión aumentaba y, este mismo viernes, desde Ferraz se vinculaban estos ataques con un "pseudoinforme" elaborado por la denominada "policía patriótica" , en el que supuestamente se incluían seguimientos a la familia de Pedro Sánchez. La denuncia se basaba en una información difundida en el programa de Javier Ruiz, en TVE, donde se afirmaba, entre otras cosas, que "las cloacas del Estado" espiaban al presidente para saber, por ejemplo, a qué hora acudía con sus hijas al cine Kinépolis.
Más allá de este supuesto "pseudoinforme", la relación entre las cloacas y Sauna Adán es más estrecha. Según diversas informaciones de The Objective, este centro de Sabiniano junto con un piso superior, perteneciente a Muface y a cambio de un alquiler ridículo, habrían servido a Villarejo como base para espiar a políticos, jueces, empresarios o personalidades. Gracias a micrófonos ocultos y cámaras, se tendrían grabados a decenas de personalidades mientras tenían relaciones con profesionales del sexo. Todo con la complicidad del propietario de la sauna: el padre de Begoña Gómez.
Una pregunta sin responder
Lo cierto es que la relación del suegro de Sánchez —fallecido hace unos meses— con las saunas era vox populi desde hace años. Incluso se había publicado en medios digitales, aunque nunca se había elevado al debate político ni a las grandes televisiones generalistas.
Desde que Feijóo lo mencionó en el Congreso, ministros como Óscar López han hablado de "política basura", mientras que Félix Bolaños acusaba al PP de perseguir a Sánchez "de forma despiadada" y "sin líneas rojas".
Lo que nadie ha desmentido son los negocios turbios del suegro, ni tampoco que la vivienda en la que residió Sánchez —junto con la casa vacacional en Mojácar— se hubiese pagado con dinero procedente de esos prostíbulos. De momento, en Ferraz optan por no responder a las preguntas y están a la espera de ver qué cariz toma esta tormenta, si el PP la mantiene o la entierra. "Vamos a ver cómo acaban", deslizan resignados.
Este silencio sepulcral se produce apenas una semana después de la reunión de Sánchez con diversas mujeres del PSOE, un acto con el que buscaba reaccionar a los audios en los que Koldo y Ábalos se reparten prostitutas. En ese foro, el presidente recuperó la propuesta de expulsar del partido a los puteros, mientras defendía que el PSOE volviese a registrar una ley para abolir la prostitución. Todo esto, obviando que su propio suegro tuvo negocios vinculados al proxenetismo.



