
José Luis Rodríguez Zapatero ha implantado toda una estructura de apoyo comercial a China en puestos clave. Lo ha hecho partiendo de su brutal influencia en el Gobierno y de su lobby empresarial -el Gate Center-. Y cuenta con ramificaciones crecientes que superan ya la propia estructura de la muy conocida Huawei. Zapatero gana poder para desarrollar sus negocios en pleno mandato socialista de Pedro Sánchez y, como la estructura crece, aumentan sus aliados intermedios. El primero fue su jefe de seguridad en la Moncloa -Segundo Martínez-. El segundo su policía responsable de la formación de todo el cuerpo desde 2004 -Emilio Prieto-. Ambos ya en Huawei.
El comisario jubilado Emilio Prieto Andrés es ya el segundo alfil en Huawei con influencia directa de Zapatero. Tal y como ha publicado The Objective, Prieto fue clave para que la Policía sellase acuerdos con otra empresa tecnológica china.
Los detalles
La operación se fraguó en 2021, con el comisario ya jubilado pero todas sus influencias en activo. Y es que no hay que olvidar que el director general de la Policía es una persona de la máxima confianza de José Bono: Francisco Pardo Piqueras. Y eso garantiza igualmente la cercanía a los postulados de Zapatero. Y, con todo ello, se cerró un convenio de colaboración con Ehang Holdings, líder en plataformas tecnológicas de vehículos aéreos autónomos (AAV), con el objetivo de que la Unidad de Vehículos Aéreos de la Policía incluyese en su flota un dron de la citada compañía destinado a misiones de emergencia y seguridad.
Y Emilio Prieto, que ya está en la órbita de Huawei, es un viejo conocido de Zapatero. "Orden INT/1726/2004, de 8 de junio, por la que se dispone el nombramiento de don Emilio Prieto Andrés como Jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía", señalaba el BOE en aquellos días.
"En virtud de las atribuciones que me confieren los artículos 12 y 19.2 de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, he resuelto el nombramiento de don Emilio Prieto Andrés como Jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía". Firmado: "Alonso Suárez Excelentísimo Señor Secretario de Estado de Seguridad e Ilustrísimo Señor Director General de la Policía", añadía el texto.
Traducido, que el jefe de formación de la Policía en época de Zapatero fue el mismo hombre que hoy trabaja vinculado a contratos y compañías con clara influencia del que fuera presidente del Gobierno con el PSOE y hoy mantiene una influencia brutal en las relaciones con China, Venezuela o Cuba.
Y el mismo Emilio Prieto viene con todos los contactos imaginables en China porque ya con el PP de Mariano Rajoy en el Gobierno fue enviado como consejero de Interior en la Embajada de España en Pekín, con representación para China, Japón y Corea del Sur.
Y es ya el segundo alfil. Porque el primero es Segundo Martínez, quien no solamente habría influido para aumentar los contactos de la china Huawei en España y mantener a la tecnológica como proveedor de la infraestructura de almacenamiento de escuchas telefónicas para la Policía Nacional y el CNI, sino que, además, fue responsable de Seguridad en Moncloa, de nuevo, bajo mando de Zapatero en el Ejecutivo español.
Lo cierto es que Huawei, una compañía que ha recibido innumerables vetos nacionales en la UE y EEUU por su procedencia y control por parte del Gobierno chino, ha conseguido implantarse en España nada menos que en el sistema de espionaje de la Policía española. Y lo ha hecho con apoyo directo de Zapatero y sus personas de confianza, implantadas en la propia Huawei.
Así, el expresidente del Gobierno ha conseguido tejer una red de influencias para que la compañía china mantenga el contrato de la Policía para almacenar comunicaciones sensibles. Y lo ha hecho en un momento en el que, sin miramientos, algunos países de la Unión Europea, como Alemania o Estonia, han prohibido el uso de equipos Huawei en sus redes 5G. Y lo han hecho sin gran disimulo esgrimiendo la preocupación por motivos de seguridad nacional.
Otros países como Rumanía o Suecia también han tomado medidas parecidas y la propia Comisión Europea ha pedido a todos los estados miembros que mantengan un elevado nivel de análisis en esta materia para reducir los riesgos asociados con proveedores de alto riesgo. Y todo ello con la vista puesta en Huawei.
La preocupación por Huawei se centra en la posibilidad de que sus equipos puedan ser utilizados para espionaje -por medio de las denominadas backdoors- por parte del Gobierno chino, aunque, por supuesto, Huawei ha negado en reiteradas ocasiones estas acusaciones. Y la postura de la Unión Europea se suma a la de Estados Unidos, que marcó un antes y un después con Huawei tras sus vetos de 2019.



