
El informe ‘MIGRADAS: mujeres migrantes ante la violencia de género’ elaborado por la ONG Movimiento por la Paz y financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, analiza la violencia que sufren las mujeres inmigrantes en España, destacando "la magnitud y complejidad de este problema social y global". Este informe busca visibilizar las múltiples formas de violencia y proponer estrategias para mejorar la prevención y atención a las víctimas. La investigación revela que "el 63% de las mujeres migradas a España han sufrido algún tipo de violencia, siendo el país de origen el lugar más frecuente, seguido de España".
El informe abarca desde violencia psicológica, económica y física, en el ámbito privado, hasta feminicidios, violencia sexual, trata de personas, mutilación genital femenina y violencia digital. La violencia psicológica y emocional, con formas como los celos, el control emocional y los comentarios despectivos, es la más común pero también la menos reconocida como tal, reflejando una alarmante normalización, señala el informe. Por otro lado, "el 64% de las mujeres que denunciaron lo hicieron impulsadas por el miedo o la desesperación, mientras que las principales barreras para denunciar incluyen vergüenza, miedo o falta de información en su idioma", explican.
Además, el estudio aborda la creciente incidencia de violencia digital, que convierte los espacios en línea en una extensión del acoso. "Comportamientos como el envío de imágenes sexuales no solicitadas o el acoso persistente son problemas recurrentes", detalla el documento.
Sufrimiento
El informe, basado en encuestas realizadas a 496 mujeres, analiza las experiencias de migración y violencia en mujeres inmigrantes. "La mayoría de las participantes llegó a España después de 2015, con una disminución notable en 2020. Casi la mitad de ellas migró sola (43%), mientras que un 20% lo hizo con hijos y apenas un 8% con amigos. Un 17% de las encuestadas no contó con redes de apoyo, aunque un 33% mencionó familiares como su principal soporte", explica el informe.
En cuanto a recursos, "un 50% utilizó ahorros propios o familiares para migrar, pero un 23% inició su proceso sin recursos económicos. Las razones principales para emigrar fueron la búsqueda de mejores condiciones de vida (57%), la violencia en sus países de origen (22%), la necesidad de protección ante violencia de género (14%)", detalla.
Además, "el 23% reportó haber enfrentado violencia o discriminación por ser mujer durante el proceso migratorio, lo que subraya la necesidad de garantizar redes de apoyo, recursos económicos y desarrollar políticas inclusivas que aborden tanto las condiciones del proceso migratorio como las situaciones de violencia", concluye el comunicado del ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

