Feijóo emprende "la madre de todas las batallas" contra Sánchez por los prostíbulos de su suegro y Begoña Gómez

Alberto Núñez Feijóo no va a pasarle ni una a Pedro Sánchez, que arrancó su segundo mandato amenazando con construir "un muro" que dividiera en dos al país. Después de romper el tabú de los prostíbulos del suegro del presidente, el líder del PP ahondará todavía más este curso político en el papel que ejercía Begoña Gómez en esos lugares "sórdidos".

Una estrategia que estrena en la primera sesión de control del nuevo período de sesiones, que coincide con la declaración de la mujer del presidente en los juzgados. "Esta es la madre de todas las batallas", trasladan a Libertad Digital fuentes del PP, que aseguran que "no renunciarán a denunciar ningún asunto, por incómodo que sea para el Gobierno o el PSOE, con la verdad como único límite".

"Si se quejan de una oposición dura, no han visto todavía nada", añaden desde el equipo de Feijóo, donde van a sacar toda la artillería en este nuevo curso político, que consideran clave para sus planes, dada la posibilidad real de que puedan adelantarse comicios si no hay Presupuestos.

Si Feijóo aseguraba hace meses que "no era su estilo" hablar de la mujer de Sánchez para atacarle políticamente, ahora ha pasado a acusarle directamente de "haber vivido de la prostitución". Un paso más en su insinuación de que "ha sido partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución".

El endurecimiento del discurso se percibe también en los actos de partido, donde el líder del PP incluso se ha atrevido a comparar al presidente con Franco, asegurando que el dictador había sido, hasta ahora, el último en aborrecer la convocatoria de elecciones. El secretario general, Miguel Tellado, habló también de "enterrar al Gobierno en una fosa", lo que despertó la ira de la izquierda.

Y es que Pedro Sánchez se ha enrocado en La Moncloa argumentando que no irá a las urnas porque podría ganar la derecha, como así recogen todas las encuestas. La competencia del PP con Vox también influye en la nueva estrategia que Feijóo estrena este miércoles en el Congreso, y que mantendrá los próximos meses, por incómodo que pueda resultar a los más moderados del partido.

Conscientes de que la inmigración está permitiendo crecer a los de Santiago Abascal, el PP eleva mucho más el tono con la corrupción después de comprobar el efecto positivo que causó en sus bases señalar al presidente por lo "burdeles". Entonar la famosa frase "me gusta la fruta", y dejarse ver cada vez con mayor frecuencia junto a Isabel Díaz Ayuso, completan el impulso que el PP quiere dar a su labor de oposición.

"La institucionalidad debe ser recíproca, no vale la ley del embudo", defienden en Génova después del plantón de Feijóo en la apertura del Año Judicial, que respaldó públicamente la presidenta madrileña, máxima defensora del choque sin cuartel contra Pedro Sánchez, y que ha demostrado con resultados que de esta forma se puede anular a Vox.