La presidenta socialista de Navarra, María Chivite, admitió este lunes que solicitó al entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que la acompañara a reuniones en distintos ministerios con el objetivo de obtener inversiones del Gobierno central para las obras de la carretera N-121 A.
Chivite trató de matizar que en esos encuentros no abordó directamente con Cerdán la licitación del túnel de Belate, un punto clave de la infraestructura. Sin embargo, la revelación refuerza la imagen de una presidenta que se apoya en su partido en Madrid para conseguir compromisos, lejos de defender con firmeza los intereses de Navarra desde la independencia institucional que debería caracterizar a un Gobierno foral.
Desde sectores críticos se recuerda que la N-121 A es una vía fundamental para la seguridad vial y la economía navarra, y que la gestión de estas obras no debería depender de favores políticos ni de contactos partidistas en el Ejecutivo central. La confesión de Chivite deja en evidencia, una vez más, la subordinación del socialismo navarro a las directrices de Ferraz.