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La cúpula del PSOE entierra la "honradez" y desata la ira de sus propias filas

El enfado de las filas socialistas, que dan por "terminada" la legislatura, se suma al de los socios de investidura de Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Bruselas. | EFE

"¿Dónde quedó el lema con el que salimos en sociedad de ‘Cien años de honradez’?", se preguntan dirigentes socialistas consultados por Libertad Digital ante la avalancha de casos de corrupción y acoso sexual que sacuden al PSOE. "Se ha caído uno de nuestros pilares", denuncian estas mismas fuentes, que asisten atónitas a cómo la "honestidad" y el "feminismo" que dicen abanderar el socialismo se desmoronan bajo la obsesión de Pedro Sánchez por aferrarse al poder.

Tachan la situación de "vergonzosa", mientras los principios sobre los que se construyó el partido nunca llegaron a cimentarse. Del "no he recibido ni un duro, ni una peseta, ni de Flick ni de Flock", pronunciado por Felipe González en 1984 en el Congreso de los Diputados para eludir cualquier responsabilidad en la trama corrupta del caso Flick, que derivó en la financiación irregular del PSOE, al "ánimo Alberto", espetado por el presidente del Gobierno durante la sesión de control de octubre de este año, cuando el líder del PP lo emplazó a comparecer en la comisión de investigación del Senado por el caso Koldo.

La ola de corrupción que sacude al PSOE ha desatado la ira dentro de sus propias filas, que perciben en el sanchismo un reflejo del colapso que marcó el fin del felipismo. Sus miembros no saben hasta dónde puede llegar esta situación ni cuánto del partido se verá sacrificado en la obsesión por agotar la legislatura.

El enfado de las filas socialistas, que dan por "terminada" la legislatura, se suma al de los socios de investidura de Pedro Sánchez, que no han tenido más remedio que rebajar sus exigencias de "reformulación" ante el ninguneo del presidente del Gobierno. En Moncloa sostienen que no habrá cambios profundos en el Ejecutivo y que sus aliados no van a dejar de sustentar su gobernabilidad.

Para Sumar, la reunión de partidos que se celebrará este viernes no es suficiente, pero no les queda otra ante la decisión de Sánchez de no afrontar la crisis hasta después de Navidad, confiando en que el tiempo calme las aguas. De este modo, 2026 arrancará agitado para el presidente del Gobierno, que tendrá que dar explicaciones en el Congreso de los Diputados por los casos de corrupción y acoso sexual que han salpicado a sus dos exsecretarios de organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como al que fuera su asesor en Moncloa, Paco Salazar, entre otros.

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