CASTA POLITICA Y CASUALIDADES:¿Aguien tiene respuestas a estas preguntas?

Las casualidades nunca se dan en política y en este país la justicia está totalmente manejaba por la casta de los partidos, por lo tanto, lo que ocurre en el poder judicial de este país tampoco nunca es casual. Esta semana el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Divar, se ha visto obligado a presentar su dimisión, primero por aprovechado y tonto gastando lo que no era suyo, y segundo, porque algún que otro oscuro personaje le ha hecho la cama durante semanas hasta conseguir lo que se proponían.
Una dimisión inevitable y justa pero que no permite olvidar que toda esta cacería, también por casualidad, la empezó un tal Gómez Benítez, vocal del Consejo del Poder Judicial que pasó por ser el intermediario del Zapatero en el proceso de negociación con los etarras.
Y todo esto se produce a la misma vez que el Tribunal Constitucional legaliza a los batasunos en contra del dictado del Tribunal Supremo que no estaba por la labor.
Casualidades de la vida…

Con el presidente del Supremo dimitido por gastar caudales públicos sin mesura y su sustituto que será de la cuerda del Psoe en marcha, no es difícil pensar que nadie le va a poner pegas al Tribunal Constitucional en sus desvaríos sobre cualquiera de los temas que sea menester.
Es importante señalar que los “llamados” magistrados que conforman el Tribunal Constitucional no son ni tan siquiera jueces, si no abogados o “gente del Derecho de contrastada trayectoria” colocados ahí a dedo por la casta política para reírle las gracias a ésta.
Todo es, como se ve, muy casual.

El Tribunal Supremo está compuesto por 16 jueces de carrera y es efectivamente el órgano máximo de expresión de la doctrina de aplicación de las leyes. El Constitucional no deja de ser un parche político puesto por la casta política para controlar más si cabe al poder judicial y que bien visto no debería ni tan siquiera existir, como así ocurre en otros países con mucha más tradición democrática que este mal llamado sistema democrático español.
El Tribunal Supremo dejó bien claro que las pruebas (tampoco es que se necesitaran muchas para verlo) indicaban que todo este invento de Sortu y aledaños no es más que un montaje más de los terroristas para recomponer su estrategia y seguir con sus intenciones.
A los políticos de varios partidos incluso contrapuestos (vaya usted a saber por qué) no les iba bien esta sentencia y ahora tenemos al Presidente de Supremo defenestrado por corrupción y al Constitucional enmendando la plana al Supremo y todo en la misma semana. Todo ello gracias a los seis integrantes del Constitucional elegidos y colocados ahí por el Psoe, que votaron a favor de la legalización de Sortu.
Pues ya es casualidad.

Ustedes pueden ver a los integrantes del T. Constitucional con sus togas en ristre pero ellos no son jueces, ni lo han sido jamás. Son personal docente, universitarios, profesores o supuestos especialistas del mundo del Derecho que han sido colocados ahí por distintas razones y al servicio de quienes les han colocado.
Veamos por ejemplo, el corte de la autora de la ponencia que abogaba por la legalización de Sortu y que finalmente ha tenido éxito.
Doña Elisa Pérez Vera está especializada en Derecho Internacional como parte de su Licenciatura, es decir una abogada con su especialidad en Internacional.
Doña Elisa tiene una dilatada carrera de enchufes y desempeño de puestos que vienen del PSOE.
En la etapa de Felipe González como presidente, fue nombrada Secretaria General del Consejo de Universidades (que vaya usted a saber a qué coño se dedicaba ese “Consejo”). Durante el mandato de Chaves como presidente andaluz desempeñó el cargo de Presidenta del Consejo Consultivo de Andalucía (¿mandee….???. ¿Consejo Consultivo de qué?. Manda huevos la cosa…). En 2001 el PSOE la colocó ahí, en el Tribunal Constitucional.
Esta señora ya tenía que haber abandonado ese cargo en finales de 2010, pero las discrepancias entre los partidos para renovar esos cargos han propiciado que esta dama siga ahí enquistada.

Una vez visto y aclarado todo esto, sólo queda señalar que muy a nuestro pesar, conviene que todo el mundo caiga en la cuenta de que el principal problema de nuestro país no es la economía, no es la prima de riesgo no es ni tan siquiera nuestra hipoteca. Son ellos, “LA CASTA” política, a la que les importamos una mierda, la que nos está colocando en un callejón sin salida y sin que lleguemos a adivinar el por qué.

¿Qué interés tiene la casta política en tener a los batasunos en las instituciones manejando poder y dinero?
¿Por qué tanto ahínco del PSOE en conseguir tal cosa?¿Deben algo a alguien?
¿Por qué tanto silencio desde el PP que se limita a aplaudir mirando a la luna?
¿Qué coño está pasando aquí?