Crisis a tuttiplen.

Vivímos en un momento donde la crisis es la manta que todo lo cubre, es como la faldilla de aquellas mesas camilla, donde en aquellos tiempos de verdadera crisis, la gente se calentaba sus piernas con brasero de picón, y aprovechaba a veces para pelar la pava y hacer guarrerídas españolas entre novietes o amigos con derecho a roce.

Hay crisis de todo, desde crisis económica, a crisis social, sin olvidar una crisis moral galopante, crisis de fe y nuevas corrientes heréticas, y por si faltaba algo, ahora tambien impera la crisis de liderazgo, se puede tener una cabeza bien amueblada, pero como te toque la crisis...la cagaste Burt Lancaster.

Todo está en crisis, todos renqueamos por la crisis, pero oh milagro, como aquella aldea gala, hay algunos que siguen en su pomada, y de la crisis ni se han enterado, ahí están, viendo pasar el tiempo, se van unos y vuelven los mismos, hay menos trasiego de gentes de la política ahora, que en tiempos de D. Claudio, el Claudillo para los amigos y allegados.

Nos creíamos los que vivímos parte de aquel tiempo, que los jerifaltes se repetían mas que la carne de pescuezo, pero que va, que va, ahora están que se van, que se van, que se van...y no se han ido, y lo malo es que eso se ha convertido en una costumbre, incluso algunos se atreven a hacerse retoques, para aparentar que algo ha cambiado, y eso es peor.

Cuando veo a ex ministros, ex ministras y como van creciendo en la rémora nacional, todos currando en consejerías, o escribiendo libros, o tocando la flauta de Bartolo, me digo que no puede ser que sea verdad eso de...cuanto hemos cambiado, por que salgo ciertos cachitos que sobran u otros que faltan, la única diferencia real que existe, es que ahora estamos en crisis, y esa es la madre de todas las salsas, como hay crisis todo se puede perdonar.