comunidad europea, y por lo que comprobé en la mesa que me tocó estar, se demostró
de nuevo que la democracia, al menos en algo tan significativo como es ejercer el
derecho de votar, es una cualidad que destaca más en la mujer que en el hombre. Una
vez más se puso de manifiesto que la mujer votó en mayor número que los hombres. O
sea que a la elegancia, que ya acompaña a la mujer de una manera natural, hay que
añadir su adhesión a ejercer la Democracia. O sea, más elegancia aún.