últimas elecciones fue indiscutible, ganaron por méritos la oposición. A veces se les
llamaba socioslistos, ahora en la oposición hay que llamarlos sucioslistos. Hay que oír,
por ejemplo, al químico prodigioso, Pérez Rubalcaba, que no se cansa de dar soluciones
para salir de la situación caótica en la que tanto colaboró para meternos en ella. Los
sucioslistos consiguen aquello de pan para hoy y hambre para mañana, pero intentar que
se tenga pan para todos los días, poco o mucho, de eso no tienen ni idea.