La España gordezuela, algo contrahecha, llena de ilusión y de energía, que supo contenerse y llegar a acuerdos y compromisos, era la que que recibimos en 1975 a la muerte del Caudillo. Era el fruto maduro, peludo como un melocotón de secano si, de lo que se inició un 18 de julio de 1936.
En esta fecha señalada, en esta hora triste (permítaseme la cursilada), en la que parece que España se va a deshacer si no media un milagro, ofrezco mi homenaje a aquellos hombres y mujeres que supieron unirse y levantarse contra el monstruo apátrida que se comía a nuestra patria a mordiscos salvajes. Ruego al Jefe de Arriba que todavía queden muchos así y que sepan levantarse si llega el momento.
¡Arriba España!
Y una canción con mis mejores deseos.
http://www.youtube.com/watch?v=S2zpjwbSFcA