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Lo peor de los politicuchos en el debate presupuestario no fue si están basados en datos reales, expectativas o que no haya consenso. No tiene pq haberlo. Lo detestable es q ninguno de los opositores dijeron nada.

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Lo peor de los politicuchos en el debate presupuestario no fue si están basados en datos reales, expectativas o que no haya consenso. No tiene pq haberlo. Lo detestable es q ninguno de los opositores dijeron nada.
Enviado por McAlvar el día 24 de Octubre de 2012 a las 21:40
Solo insultar. Para eso mejor que se queden en casa.

Ninguno puso sobre la mesa datos contrastables, ni argumentos de peso, con razonamientos científicos o evidencia estadística,. Solo soltaron verborrea política digna de ignorantes, acompañada de obviedades e insultos y descalificaciones. Obviamente son unos indocumentados, que no saben de economía o de proyectos económicos y se creen que el dinero sale de los bolsillos de los curritos del sector privado.

No saben nada de nada, positivo o productivo o que facilite la actividad económica. Solo saben artimañas, para estar ahí, cobrando la sopa boba y tratar de imponer lo que les conviene a sus intereses particulares y de partido, además de familiares.

Nosotros a trabajar y pagar impuestos para que ellos cobren un buen sueldo y sus funcionarios igual. Es para cargarse en lo de arriba y abajo y la puta que los pario a todos ellos juntos. La justicia social que todos ellos nos imponen y quieren sostener es la de que trabajemos y paguemos muchos impuestos los que producimos cosas y aportamos al PIB, para que ellos y los funcionarios de carrera o de su dedo en el kulo cobren más y se dediquen a insultarse o insultarnos unos y a ponernos trabas y complicarnos la vida los otros.

Estos es para esperarles y romperles la cara. Los de la izquierda los peores, porque además de ignorantes indocumentados y violentos, incapaces de respetar las leyes, salen a destrozar lo que ellos son incapaces de crear y que nos cuesta mucho esfuerzo, para que ellos vivan sin producir nada. Solo consumir con el dinero de nuestro trabajo. Malditos hijo putas.