Y limpiar, quien limpia? y cuando?

Cuando se acaba una obra, si se es profesional, se acaba limpiando lo sobrante, recogiendo los restos de lo utilizado, incluso dejando limpio el sitio tal como se encontró al llegar, incluso mejor.

Si se es un chapucero, y ya se ha cobrado, hay mucho gurripato del corto plazo, que se va dejando toda la mugre que había, mas la que se ha ocasionado en el trabajo, por que sabe que hasta pasado el tiempo no le volverán a llamar, esos no son profesionales.

El asunto, es si empezamos una obra sobre las ruinas de la anterior, o bien limpiamos antes, y la iniciamos sobre un sitio limpio que facilite la labor. Yo realmente pienso, que empezar un trabajo sobre suciedad y porquería, nos va a impedir realizar un buen trabajo.

Unos aducirán urgencias en la obra, otros que no pueden distraer fuerzas en asuntos que no les pertenecen, o no importa que razón que se pueda buscar para evitar desviarse de “sus objetivos”, objetivos que mal se podrán cumplir si ya el inicio se hace sobre bases falsas.

Hay un tiempo para todo, pero para empezar una labor que se presume nueva y sana, es necesario depurar la porquería, que se quiera o no, es de todos, como de todos es el resultado final de la reforma, por que esconder la porquería debajo de la alfombra, puede engañar a algunos durante algún tiempo, pero no a todos todo el tiempo.