
Los estadounidenses llevan días pendientes de la fuga de un preso peligroso de Alabama, que escapó junto con la carcelera que le ayudó a salir y con la que supuestamente mantenía una relación amorosa. La historia ha concluido de forma dramática este martes, tras once días de persecución.
Los protagonistas son Casey White, de 38, considerado un preso peligroso, y la agente penitenciaria Vicky White, de 56 años. Ambos se apellidaban igual aunque no eran familiares, pero sí tenían una relación "especial". O al menos así lo describieron fuentes de la prisión cuando se desveló que Vicky había ayudado a Casey a escapar y se había fugado con él.
Casey White estaba en prisión a la espera de juicio por un caso de asesinato, aunque ya cumplía sentencia por otro caso. Pero lo que nadie comprende todavía es como una funcionaria de prisiones con una carrera modélica y a punto de jubilarse, ideó y ejecutó la fuga. consiguió sacar a Casey de prisión diciendo que tenía que llevarlo a los tribunales para una evaluación de salud mental.
Sus compañeros no podían creer al principio que Vicky estuviera involucrada en la fuga y pensaban que había sido tomada como rehén o amenazada. Sin embargo, el alguacil del condado Lauderdale, Rick Singleton, los sacó de dudas. "Sabemos que participó. Esta no es la Vicky White que conocemos", dijo.
La agente carcelaria no tenía hijos, estaba divorciada y vivía con sus padres. Se sabe que preparó cuidadosamente la huida porque antes de la fuga vendió su casa y unas tierras para contar con efectivo y compró un viejo automóvil de 2007 con el que ambos huyeron de la prisión y que dejó estacionado la noche antes en un centro comercial de Florence (Alabama), según informó la prensa.
Un final dramático
Esta semana, el grupo especial para fugas carcelarias del cuerpo de US Marshalls que seguía el rastro de la pareja recibió la pista de que ambos estaban en un hotel en Evansville y se les puso bajo vigilancia.
La pareja salió del establecimiento el lunes. Se subieron a un Cadillac adquirido en Tennessee y emprendieron la marcha con Vicky White al volante, seguidos por los agentes policiales. Finalmente, tras una persecución frenética, la fuga ha concluido con el suicidio de ella y la captura de él.
En un momento de la persecución se produjo un choque, tras el cual Casey salió del vehículo diciendo que Vicky se había disparado a sí misma y que él se entregaba, poniendo fin así a una fuga que comenzó a 325 kilómetros de allí, en la cárcel del condado Lauderdale, en Alabama.
