
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha comenzado a poner nombres encima de la mesa para su segundo mandato al frente de la Casa Blanca. Entre ellos, se encuentra el de Robert Kennedy Jr., candidato independiente a las elecciones presidenciales de este 2024 y sobrino del presidente demócrata asesinado en el cargo, John Fitzgerald Kennedy (JFK), a quien Trump ha dicho que dejaría a cargo de la sanidad del país.
Robert Kennedy Jr. era candidato a las elecciones presidenciales como independiente hasta que el pasado verano decidió retirar su candidatura y ofrecer su apoyo al candidato republicano, que ha triunfado en las elecciones contra la actual vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris.
En este contexto, Trump afirmó en campaña que dejaría al sobrino de JFK a cargo de la sanidad y alimentación. Algo que contrasta con el marcado perfil antivacunas que presenta Kennedy, mientras que las demás posiciones respecto al recorte del gasto del Estado o la política internacional con su apoyo a Israel y su rechazo a la guerra de Ucrania son cercanas a lo que ha promulgado el candidato republicano.
Un gusano se comió parte de su cerebro
En este marco, según ha destapado el diario estadounidense The New York Times tras los comicios electorales norteamericanos, han salido a la luz unas informaciones que achacan unas pérdidas de memoria y neblinas mentales a un parásito en el cerebro que se "comió" parte de él.
Mientras que su círculo más cercano pensaba que el dirigente político podía tener un tumor cerebral que le estaba causando esas pérdidas de memoria, los médicos descubrieron que su problema no era tal, sino que tenía un parásito cerebral muerto en el interior de su cabeza.
Esta conclusión llegó por parte de los médicos poco antes de que el candidato independiente fuese intervenido por este supuesto tumor, cuando una llamada de un médico del hospital Presbiteriano de Nueva York interrumpió el proceso al que iba a ser sometido en el Centro Médico de la Universidad de Duke porque creía saber la razón de las neblinas: las manchas en las radiografías no eran ningún tumor, sino un gusano que se había alojado en su cerebro y, tras comerse parte de él, había muerto.
Esta revelación, según destaca el citado medio, dejó atónito a Kennedy, quien sufre "problemas cognitivos" y pérdidas de memoria tanto a corto como a largo plazo que, según ha reconocido, le afectan en el desarrollo normal de su carrera política. "La anormal visión de mis escaneos fue causada por un gusano que entró en mi cerebro, se comió una parte de él y luego murió", ha explicado el futurible encargado de las materia de sanidad en Norteamérica.

