El 47º presidente firmó una serie de órdenes ejecutivas que revierten por completo las políticas de su predecesor, Joe Biden, y devuelven a Estados Unidos a un enfoque más nacionalista y centrado en la soberanía.
Entre las primeras decisiones de Trump, destaca la retirada inmediata del país del Acuerdo de París sobre el clima, una de las principales políticas medioambientales de Biden. Trump ha calificado este acuerdo como una carga económica para los trabajadores estadounidenses y ha reiterado su compromiso de priorizar el crecimiento económico por encima de las agendas globalistas que, según él, han dañado a sectores clave de la economía estadounidense, como la industria energética y la manufacturera. "No vamos a seguir sacrificando nuestra economía por un acuerdo que beneficia a otros países y perjudica a los nuestros", afirmó Trump en su discurso tras la firma.
En el ámbito de la salud, Trump también ha firmado una orden para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que acusa de ser una entidad corrupta e ineficaz, especialmente en su gestión de la pandemia de COVID-19. Esta retirada se produce tras su crítica constante a las políticas de la OMS durante su primer mandato, y subraya su enfoque de "América Primero", en contraposición a la dependencia de organismos internacionales que, según él, no defienden los intereses nacionales.
Una de las medidas más esperadas fue la restauración de políticas migratorias más estrictas, anulando las políticas de apertura impulsadas por Biden. Trump ha ordenado el refuerzo de las medidas en la frontera con México, reactivando la construcción del muro fronterizo y reforzando las detenciones de inmigrantes ilegales. "Vamos a proteger nuestras fronteras y a garantizar que los inmigrantes que lleguen a nuestro país lo hagan de forma legal y respetuosa con nuestras leyes", afirmó Trump, reiterando su promesa de proteger a los trabajadores estadounidenses de la competencia desleal que, según él, representan las oleadas de inmigración ilegal.