
Aunque las circunstancias del accidente y las bajas temperaturas en el río Potomac, donde cayeron las dos aeronaves tras chocar en vuelo, auguraban la ausencia de supervivivientes, la confirmación oficial tardó horas en llegar. Por otra parte, las tareas de rescate de los cuerpos, que se pusieron en marcha inmediatamente, se presentaban muy dificultosas y se informó de que podrían durar varios días.
Las autoridades estadounidenses han informado de que han recuperado al menos 40 cuerpos de las 67 víctimas mortales del accidente entre el vuelo de American Airlines y el helicóptero del Ejército que colisionaron este jueves en el aire sobre el río Potomac en las proximidades del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington. Así lo ha confirmado una fuente policial a la cadena CBS.
Las víctimas
64 de las víctimas viajaban en el avión procedente de Wichita (Kansas) y otras tres en el helicóptero militar. Entre las víctimas, hay dos ciudadanos de nacionalidad china, confirmados por la Embajada del país. También las autoridades argentinas han confirmado a Clarín la muerte de un padre y su hijo de 13 años que habían participado en una competición de patinaje artístico.
También se confirmó ayer jueves la presencia en el fatídico vuelo de los patinadores estadounidenses Jinna Han y Spencer Lane, y los entrenadores rusos Eugenia Shishkova y Vadim Naumov, oro mundial en 1994 la modalidad por parejas y padres del también campeón mundial Máxim Naumov.
La investigación
La investigación sobre las causas del accidente ya está en marcha. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha anunciado en la red social X que ya tiene a su disposición "la grabadora de datos de vuelo y la grabadora de voz de la cabina, conocidas comúnmente como cajas negras", que serán analizadas en su laboratorio, situado a menos de dos kilómetros del accidente.
Pese a ello, el presidente de los EEUU, Donald Trump, se ha apresurado a culpar a la torre de control del choque de las aeronaves y a las políticas inclusivas de las administraciones Obama y Biden.
En opinión del presidente Trump, las políticas de las anteriores administraciones demócratas habrían rebajado los requisitos para trabajar en la aviación civil.
"Debemos exigir sólo los estándares más altos a quienes trabajan en nuestro sistema de aviación". Hay que apostar por "las personas con mayor aptitud, con el mayor intelecto y con una mentalidad superior". Sólo personas con estas cualidades, ha subrayado en una comparecencia, "pueden optar a ser controladores aéreos".
Sin embargo, ha señalado Trump, "la Administración Federal de Aviación (FAA) estuvo contratando trabajadores que padecen discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones mentales y físicas bajo una iniciativa de contratación de diversidad e inclusión".
Escasa dotación de personal
Un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) apunta que la dotación de personal dedicado al control aéreo "no era normal para la hora del día y el volumen de tráfico" en el momento del accidente ocurrido en Washington en la noche del miércoles.
Medios estadounidenses que han tenido acceso a ese informe dicen que el escaso número de trabajadores hizo que una persona tuviera que hacerse cargo de dos tareas a la vez: el control aéreo tanto del tráfico de aviones y de los helicópteros que sobrevuelan la capital de los Estados Unidos.
Una situación, la escasez crónica de personal y las precarias condiciones de trabajo de los controladores aéreos en EEUU, denunciada por expertos y trabajadores desde hace años. Así se destapó en un estudio publicado en The New York Times en 2023, donde se alertaba de jornadas de 10 horas durante 6 días a la semana.
Elevado tráfico áereo
A esto se suman las peculiares características del espacio aéreo de Washington, muy reducido y con un elevado tráfico áereo, tanto de aviones comerciales como de dispositivos de seguridad que sobrevuelan la capital estadounidense, que llega a 100 helicópteros al día.
Esto provoca advertencias de seguridad e incidentes frecuentes en los cielos de Washington, según The Washington Post. El mismo día del trágico accidente "se tuvo que abortar un aterrizaje en el (aeropuerto) nacional (Ronald Reagan) para evitar una colisión con un helicóptero".