El Partido Republicano ha conseguido este martes mantener el control de los dos escaños de Florida que se disputaban en unas elecciones especiales para la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Este resultado supone un revés para los demócratas, que buscaban debilitar la ya de por sí estrecha mayoría republicana.
Los comicios se celebraron para reemplazar a los congresistas republicanos Mike Waltz, ahora asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump y responsable del escándalo conocido como Signalgate, y Matt Gaetz, que renunció al escaño tras ser nominado por Trump para la fiscalía general, cargo al que renunció semanas después. Ambos distritos eran cruciales para los proyectos legislativos de Trump.
En el primer distrito de Florida, el republicano Jimmy Patronis, un conocido cargo del partido , se impuso con claridad a la candidata demócrata, la activista pro control de armas Gay Valimont, según las proyecciones de medios locales.
Por su parte, en el sexto distrito, el senador estatal republicano Randy Fine logró la victoria frente a su contrincante demócrata, el maestro Josh Weil, asegurando así el segundo escaño para los conservadores.
A pesar de que ambos distritos son considerados bastiones de Trump, los demócratas habían invertido recursos con la esperanza de convertir estas elecciones, habitualmente de baja participación, en un referéndum sobre la gestión del presidente, aprovechándose de que actualmente sus votantes están más movilizados que los republicanos.
La recaudación significativa lograda por los candidatos demócratas alimentó las esperanzas de su partido de poder erosionar la débil mayoría republicana en la Cámara Baja, donde cada voto es fundamental para sacar adelante la agenda de Trump. Tras estas elecciones, la Cámara de Representantes cuenta con 220 republicanos y 213 demócratas, con dos escaños aún vacantes, lo que subraya la importancia de estas elecciones.
El propio presidente Donald Trump se implicó en la recta final, participando en actos virtuales y mostrando su respaldo explícito a Patronis y Fine para movilizar al electorado republicano en Florida.