El gobernador demócrata del estado norteamericano de Pensilvania, Josh Shapiro, ha vivido una madrugada de pánico junto a su familia. Un individuo prendió fuego a su residencia oficial en Harrisburg, obligando a su evacuación de emergencia. Según relató el propio Shapiro en redes sociales, fue despertado sobre las 2:00 de la madrugada por la Policía Estatal tras declararse un incendio provocado en la vivienda.
Afortunadamente, ni el gobernador, ni su esposa Lori, ni sus hijos sufrieron daños, ya que se encontraban en otra zona del inmueble no afectada inicialmente por las llamas. "Mientras los bomberos trabajaban para extinguir el incendio, la Policía Estatal nos evacuó de la residencia sanos y salvos", explicó Shapiro, agradeciendo la rápida actuación de los servicios de emergencia.
Detenido un sospechoso
Las autoridades confirmaron la detención de un sospechoso, Cody Balmer, de 38 años, quien se entregó voluntariamente a la Policía. El fiscal del distrito detalló que Balmer actuó "subrepticiamente", escalando una valla para acceder a la finca, y se le imputarán cargos tan graves como intento de asesinato, incendio intencionado agravado y terrorismo. Según las autoridades, Balmer ha reconocido odiar a Shapiro, aunque sin especificar motivos, y ha explicado que caminó durante una hora hasta llegar a la residencia con la idea de lanzar cócteles Molotov al interior. Si se tropezaba con el gobernador, su plan era atacarlo con el martillo que empleó para allanar la casa.
En una comparecencia posterior frente a su domicilio dañado, Shapiro condenó rotundamente el ataque: "Esta clase de violencia no está bien. No me importa si viene de un bando o del otro (...) Tiene que parar. Tenemos que ser mejores que esto". No están claros aún los motivos de Balmer, a quien en redes sociales le han localizado mensajes tanto contra Joe Biden como contra el movimiento MAGA de Donald Trump. Fue en Butler, Pensilvania, donde tuvo lugar el primer intento de asesinato del hoy presidente de Estados Unidos.
Shapiro podría ser candidato a presidente en 2028
Kamala Harris consideró a Josh Shapiro como su candidato a vicepresidente en las pasadas elecciones presidenciales, pero lo descartó para optar por Tim Walz, gobernador de Minnesota. Shapiro tiene un perfil más centrista, gracias a lo cual cuenta con un 55% de apoyo en el estado bisagra de Pensilvania, que votó a Trump en las últimas elecciones. Pero es judío, y la campaña de Harris concluyó que podría hacerles perder apoyos en la población musulmana de estados como Michigan. La candidata demócrata terminaría perdiendo ambos estados.
Josh Shapiro es considerado uno de los principales candidatos del Partido Demócrata para ser el candidato del partido a la presidencia en 2028, en caso de que quisiera presentarse. Se enfrentaría a unas primarias difíciles en las que tendría que luchar contra el ala más radical del partido, pero si resiste las presiones de ceder frente a ellas y vence, luego podría presentarse de forma creíble como un candidato moderado en las presidenciales. Algo que pocas figuras entre los demócratas podría ser capaz de hacer.