
Cuando el Congreso —Cámara de Representantes y Senado— no aprueba a tiempo las leyes de financiación necesaria para mantener en marcha las agencias y servicios públicos, se produce un cierre parcial del Gobierno Federal de los EEUU. El presupuesto anual debe aprobarse antes del 1 de octubre, y si no se acuerda una prórroga temporal, se produce lo que se conoce como shutdown: solo los servicios esenciales —militares, seguridad, hospitales...— siguen funcionando, pero muchos empleados son enviados a sus casas sin sueldo.
Y esto es lo que ha ocurrido en 2025, con un cierre parcial del Gobierno de los EEUU, por la incapacidad de republicanos y demócratas para acordar un presupuesto antes de la fecha límite: las 23:59 del 30 de septiembre. El cierre afecta, por el momento, a servicios no esenciales, pero si se prolonga el bloque legislativo, podría comprometer a servicios no esenciales y otras funciones de la Administración Central.
Los últimos shutdowns: causas y duración
El shutdown de 22 de diciembre de 2018 a 25 de enero de 2019 fue el de más larga duración, pues se mantuvo 35 días. El motivo fue que Donald Trump exigía fondos para el muro fronterizo con México, a lo que los demócratas se negaban. Al iniciarse el del 1 de octubre de 2025, una de las claves es la duración de la suspensión parcial del Gobierno de operaciones de las agencias federales, que de momento no afecta a los servicios básicos en el país. Las fuerzas de seguridad, el ejército, los aeropuertos o la seguridad social seguirán funcionando con normalidad, pero preocupa el hecho de que los funcionarios en estas áreas no cobrarán sus sueldos hasta que las bancadas demócratas y republicanas resuelvan sus diferencias en el legislativo y aprueben un presupuesto nuevo.
Fue precisamente la decisión de 10 controladores aéreos de pedirse la baja por enfermedad durante el último y más largo cierre parcial del Gobierno Federal durante el primer mandato de Donald Trump —que provocó la suspensión de operaciones en el aeropuerto LaGuardia de Nueva York y un importante caos aéreo en el noreste y sureste del país— lo que jugó un papel fundamental para que demócratas y republicanos lograran llegar a un acuerdo y pusieran fin al cierre en enero de 2019.
En enero de 2018 (del 20 al 22) se produjo otro shutdown de solo 3 días de duración por un desacuerdo sobre inmigración (DACA) y financiación temporal. En octubre de 2013 el shutdown duró 16 días (del 1 al 17) y estuvo motivado por la oposición republicana a la financiación del Obamacare, uno de los motivos fundamentales del desacuerdo en 2025. También de 16 días fue el shutdown de diciembre de 1995 a enero de 1996, por el enfrentamiento entre Bill Clinton y el Congreso republicano por el gasto público.
Puntos de conflicto del cierre de 2025
Los demócratas quieren que se renueven subsidios del programa Obamacare que expiran este año y que se revoquen recortes en materia sanitaria que Donald Trump incluyó en la gran ley de rebaja fiscal y presupuestaria, algo que los republicanos solo quieren negociar una vez se aprueben las partidas económicas. Sin esto, no darán sus votos al presupuesto.
Los republicanos no quieren añadir esos elementos al proyecto de presupuestos y plantean recortes o rescisión de fondos para ciertas ayudas externas. Además, la Administración ordenó a las agencias federales que preparen planes de despido masivo (que no solo serían suspensiones temporales) en caso de cierre prolongado, lo que eleva las tensiones.
En resumen, el desacuerdo se produce porque el Congreso no ha logrado acordar un proyecto de financiación que satisfaga tanto las demandas demócratas (protección de salud, programas sociales que implican mayor gasto) como las prioridades republicanas (control del gasto y eliminación de ciertas asignaciones), y la falta de acuerdo provoca el cese de algunas funciones no esenciales del Gobierno.
