Rusia ha desplegado delfines militares en su base naval en el Mar Negro con el objetivo de proteger los buques de guerra de posibles sabotajes submarinos, según muestran las imágenes de satélite recogidas en un informe del Instituto Naval estadounidense difundido por The Times.
El informe concluye que los dos corrales con delfines se trasladaron en febrero (al comienzo de la invasión rusa de Ucrania) al puerto de Sebastopol en Crimea, el cuartel general de la Flota del Mar Negro en la parte anexada de Ucrania. Allí tenía su base de operaciones el Moskva, el crucero de misiles guiados y el buque insignia del Mar Negro que fue hundido por misiles antibuque ucranianos el 14 de abril.
Los delfines han sido entrenados por los rusos durante décadas para detectar minas y alertar de la presencia de buzos hostiles. Al igual que los murciélagos, los delfines emiten una serie de ultrasonidos que rebotan contra las superficies del entorno, dibujando una especie de mapa submarino sonoro. Ese magnífico sonar les convierte en los candidatos idóneos para encontrar cualquier objeto bajo el agua.
La marina estadounidense también extendió su entrenamiento durante la época de la Guerra Fría y en la actualidad cuenta con un gran programa de entrenamiento para delfines y leones marinos que reciben adiestramiento en la base naval de San Diego, California, para formar parte de lo que se conoce como Unidad de Mamíferos Marinos.
Se los entrena para que transporten, coloquen o retiren minas explosivas magnéticas bajo el casco de embarcaciones militares metálicas. En ningún caso están adiestrados para matar, afirma The Times. Su misión suele consistir en encontrar y marcar un terreno, una labor similar a la de los perros policía.