El Gobierno alemán no ha recibido aún una petición formal desde España pidiéndoles autorización para enviar a Ucrania carros de combate Leopard y, según la prensa alemana, puede que no llegue nunca. Este viernes, varios medios informan de que el Gobierno de Pedro Sánchez habría tranquilizado al Ejecutivo alemán sobre sus intenciones sobre los Leopard tras la tormenta creada en Berlín: la supuesta intención de Defensa de enviar a Ucrania estos carros de combate de fabricación alemana implicaba necesariamente la autorización de Olaf Scholz por una cláusula incluida en los contratos respecto a cesiones a terceros. El canciller, cuestionado sin cesar dentro y fuera del país por el apoyo militar a Ucrania, se ha negado hasta ahora a mandar Leopard a Kiev.
El Business Insider informa de que el Gobierno alemán habría recibido llamadas del Ejecutivo español desinflando la información que adelantó el pasado fin de semana El País. No serían cuarenta Leopard, sino diez; necesitarían un reacondicionamiento que duraría muchos meses y en cualquier caso, la decisión aún no está tomada por parte del Gobierno. Según sus fuentes, desde el Gobierno español se habría pedido disculpas por la incómoda situación en que habría quedado Scholz. El canciller ha rechazado estos días aclarar si aprobaría la cesión en caso de que España lo pidiera, mientras que su ministro de Economía, el verde Robert Habeck, le ha presionado de nuevo con el tema de las armas posicionándose a favor.
Der Spiegel también habla de una marcha atrás de España, citando fuentes gubernamentales alemanas, que señalaron la posibilidad de que la filtración hubiera salido de algún funcionario puesto que nadie en el Ejecutivo podía confirmar los planes. Desde Berlín, según el mismo medio, se habría advertido a España de que la cesión a Ucrania de los Leopard chocaría con un supuesto compromiso de los países de la OTAN de no mandar carros de combate occidentales a Kiev.
En cualquier caso, Scholz, en un encuentro con periodistas esta semana, habría transmitido que en el tema del envío de armas a Ucrania "no hay principios eternos" y por tanto si España en algún momento lanzara esa petición se estudiaría qué hacer, unas escuetas declaraciones con las que intentó capear las contradicciones en el seno de su propio gobierno y las críticas de la oposición. La CDU ha aprovechado las supuestas intenciones españolas para volver a acusar a Scholz de titubear ante la guerra de Ucrania.