Al menos cinco personas han fallecido y los equipos de rescate han tenido que ayudar y poner a salvo a numerosos conductores. Más de 2.000 ciudades y pueblos se han quedado sin electricidad, incluidas las regiones de Kiev y Odesa. Los fortísimos golpes de mar han destruido además infraestructuras y han dañado edificios de viviendas y hoteles. Los ucranianos afrontan ya su segundo invierno en guerra.

