
Mientras comienzan los contactos para el traspaso de poder entre Olaf Scholz y Friedrich Merz y los movimientos hacia una nueva gran coalición, Alemania analiza tras las elecciones qué ha pasado para que el descontento con el tripartito haya desembocado en una subida espectacular de Alternativa por Alemania. La derecha radical y prorrusa de Alice Weidel arrebató votantes a todos los partidos, un millón de la CDU y 900.000 a los liberales, pero también cientos de miles de votos de formaciones antagónicas: según un sondeo de la ARD, 720.000 votantes socialistas votaron en esta ocasión a Alternativa, que incluso obtuvo apoyo de antiguos votantes de Die Linke (110.000) y Los Verdes (100.000).
En la búsqueda del retrato robot del votante de Weidel, que sigue reclamando que se rompa el cordón sanitario y formar gobierno con la CDU, los estudios arrojan algunos datos interesantes. Estas son los sectores de población en los que AfD triunfó especialmente:
Jóvenes y treintañeros: la AfD fue la más votada en dos sectores de población en función de su edad: entre 25 y 34 años, con un 24 por ciento, y entre 35 y 44 años, con un 25 por ciento. Entre los más jóvenes, entre 18 y 24 años, fue segunda fuerza con un 21 por ciento, sólo superado por otra opción extremista, Die Linke, que obtuvo un espectacular 25 por ciento a costa del desplome de Los Verdes, que obtuvieron sólo un 10% frente al 24% de 2021.
Entre aquellos que votaron por primera vez, AfD fue segunda fuerza con un significativo 20 por ciento y Die Linke fue la primera opción con un 27 por ciento, de nuevo evidenciando la falta de tirón de los ecologistas en el que antaño fue su granero de votos.
Crece más entre los hombres pero también entre las mujeres: en función del sexo, AfD fue la segunda opción para los hombres con un 24 por ciento, y la tercera, igualada con los socialistas, entre las mujeres, con un 18 por ciento. El crecimiento del partido en función de los sexos, comparándolo con las anteriores encuestas, es similar: ganó doce puntos entre los hombres y diez entre las mujeres.
Con problemas económicos, trabajadores y parados: entre los que señalaron que se encontraban en una situación económica difícil, ganó Alternativa con un 39 por ciento, 20 puntos más que en 2021 en una Alemania que con el gobierno tripartito ha entrado en recesión. Mientras, el derrumbe de la SPD fue especialmente trágico en este sector: según la ARD, entre estos votantes se dejó 15 puntos, con un 12 por ciento. Mientras, la AfD también fue la predilecta entre los votantes "trabajadores" (38 por ciento) y parados (34%).
Baja formación: según la encuesta de AfD, entre los votantes con formación "elemental" fue segunda fuerza con un 29 por ciento, a sólo tres puntos de la CDU, con 32; entre los más formados, Alternativa cae a cuarta fuerza con un 13 por ciento.
Apoyo entre los homosexuales: aunque no hay encuestas tras el 23F sobre ello, un sondeo de hace unas semanas entre los usuarios de la aplicación de citas Romeo reveló que Alternativa era su opción preferida con un 27,9 por ciento y que ganaría en todos los sectores de población, con un apoyo especialmente alto entre los jóvenes entre 18 y 24 años, con un 34,7 por ciento. El hecho de que hubiera homosexuales dispuestos a apoyar a AfD, un partido que en el pasado pidió prohibir las parejas homosexuales pero con una líder casada con una mujer, ya había llamado la atención de la prensa, que recogió testimonios de futuros votantes señalando que entre ellos pesa más el discurso sobre inmigración que la hipótesis de una prohibición del matrimonio homosexual, con alusiones a la sensación de inseguridad (hace unos meses la jefa de Policía de Berlín instó a ser "precavidos" en barrios con fuerte presencia musulmana tanto a gays como judíos).
La favorita en el este: sobre las zonas donde arrasó Alternativa hay pocas dudas viendo los mapas del país: en todos los länder que formaron la antigua RDA fue la fuerza más votada, con porcentajes superiores al 40 por ciento en muchos distritos y que en algunos puntos rozaron el 50 por ciento.
Las razones: preguntados por los motivos para elegir AfD, sus votantes citaron la inmigración (38 por ciento) y la seguridad (33 por ciento), con el crecimiento económico y la inflación a gran distancia. Para la gran mayoría (un 66 por ciento) el programa, y no la candidata, fue lo decisivo. Un 54 por ciento respondió que votaba AfD por convicción mientras que un 39 por ciento mencionó la decepción con otros partidos.


