
El papa Francisco ha pasado una noche tranquila y sigue descansando, según informó la Santa Sede este domingo, 2 de marzo. El Pontífice, que lleva ingresado en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero, continúa bajo observación médica debido a una serie de problemas respiratorios.
A lo largo de las últimas 48 horas, el Papa alternó la ventilación mecánica no invasiva con oxigenoterapia de alto flujo, mostrando una buena respuesta en el intercambio gaseoso. Según el último comunicado, no se han registrado nuevos episodios de broncoespasmo, el cual había sufrido el viernes, y su estado sigue siendo "estable". En dicho episodio, que fue acompañado de un cuadro de vómito por inhalación, se había observado un empeoramiento repentino de su situación respiratoria.
Vigilante y orientado, el papa Francisco recibió este sábado la Eucaristía y rezó durante unos veinte minutos en la capilla. Además, sigue recibiendo fisioterapia respiratoria y se alimenta por sí mismo.
El Pontífice, de 88 años, fue ingresado por una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía bilateral. Los médicos informan de que su pronóstico sigue siendo reservado, y se espera una valoración de su estado en las próximas 24 a 48 horas.

