A la hora de realizar una visita de Estado o audiencia con Su Santidad, la Santa Sede sugiere como protocolo de vestimenta que las mujeres usen vestido o traje de americana y falda que cubra hasta la rodilla en color negro, sin escote, manga larga y una mantilla/velo corto negro, aunque empieza a ser opcional. Asimismo, en cuanto a los complementos, se recomiendan que sean discretos, tanto en el calzado como en el maquillaje o peinado, así como las joyas, que no deben ser ni ostentosas ni llamativas. En el caso de los hombres, aunque ya no se exige el frac con chaleco y pajarita blanca de piqué, deben optar por un traje oscuro con camisa blanca y corbata discreta.
Sin embargo, hay una excepción que es conocida como el ‘privilège du blanc’ o privilegio de blanco por el que algunas mujeres pueden usar el mismo color que el Santo Padre.
¿Qué es el privilegio de blanco?
El "privilegio de blanco" es un reconocimiento o gracia que se otorga a las reinas católicas así como a las consortes de monarcas católicos, que nació como agradecimiento del Vaticano hacia las casas reales que permanecieron fieles a la Iglesia Católica y son las únicas que pueden vestir de ese color ante el Papa.
Pueden vestir de blanco en visitas oficiales al Vaticano, en audiencias privadas con el Papa así como en las beatificaciones, canonizaciones y misas de inicio de Pontificado, salvo en exequias o funerales que deben ir de luto. Además, las reinas de España son las únicas que pueden llevar peina con mantilla, el resto una mantilla pequeña o velo.
La primera mujer en vestirse de blanco durante una audiencia privada fue la reina Victoria Eugenia de España, en 1923, en una audiencia con el papa Pio XI.
¿Quiénes son esas mujeres que pueden vestir de blanco ante el Santo Padre?
Estas mujeres son las reinas Letizia y Sofía de España, las reinas Paola y Matilde de Bélgica, la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo y la princesa Charlène de Mónaco.
La reina Sofía ha vestido de blanco en el Vaticano para ser recibida por cinco papas: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Mientras la Reina Sofía ha llevado muchas veces peina con mantilla blanca ante el papa, la Reina Letizia, no ha llevado nunca matilla/velo blanco.
Como curiosidad, existen otras dos monarquías católicas que no tienen el privilegio como son la de Lesoto y la del Principado de Liechtenstein. Además, Mónaco goza de este privilegio desde que lo concedió Benedicto XVI en 2013, por eso la princesa Grace siempre acudió vestida de negro.
En cuanto a la reina Máxima de los Países Bajos no renunció a la religión católica al contraer matrimonio, pero tampoco cuenta con este privilegio puesto que su marido, el rey Guillermo-Alejandro es protestante.
Las mujeres que no han cumplido con el protocolo
Aunque la inmensa mayoría de mujeres presidentas, esposas de presidentes de gobierno o primeros ministros, diplomáticas o mujeres de la nobleza, visten de negro tal y como está establecido, a lo largo de la historia ha habido algunas excepciones que dieron mucho que hablar.
Cherie Blair, esposa del ex primer ministro británico Tony Blair, vistió de blanco en presencia de Benedicto XVI para remarcar su profesión de fe católica, un gesto que causó una gran controversia en su país. También vistió de blanco, la esposa del presidente de Sri Lanka, Shiranthi Rajapaksa, que incluso dejó ver su ombligo durante la visita papal.
En cuanto a las más atrevidas, las presidentas de Irlanda, Mary Robinson y Mary McAleese optaron por vestir el color nacional de su país, el verde, mientras que la ex primera dama soviética Raísa Gorbachova, vistió de un llamativo color rojo ante Juan Pablo II.
Por su parte, la reina Isabel II de Inglaterra, como cabeza de la Iglesia Anglicana y ‘Defensora de la Fe’ de dicha iglesia, vistió de negro con Juan XXIII, Juan Pablo II, mientras que en visitas con Benedicto XVI vistió de azul, y con Francisco, de color violeta.
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