
Tras el fallecimiento del papa Francisco y el funeral del pasado 26 de abril, donde acto seguido comenzaban los llamados Novendiales en sufragio del papa difunto (después de que se haya celebrado el primero, que fue el propio funeral), comienza uno de los momentos más importantes para el Vaticano: el proceso del cónclave, el día que determine la Congregación de Cardenales y que será el miércoles 7 de mayo.
La duración de los cónclaves en el último siglo
En el último siglo hemos tenido 8 cónclaves, por lo que tenemos datos de referencia que nos acercan a lo que se vivirá dentro de unos días. Desde 1850 hasta la actualidad con el papa Francisco, la duración media ha sido de tres días, necesitando siete votaciones para escuchar el famoso "Habemus papam" ("Tenemos Papa"). La más larga de los últimos 150 años ha sido la elección de Pio XI, en 1922, donde los cardenales necesitaron cinco días y catorce votaciones. Esta ha sido la duración de los cónclaves en el último siglo:
- 1922 Pío XI: 5 días
- 1939 Pío XII: 2 días
- 1958 Juan XXIII: 4 días
- 1963 Pablo VI: 3 días
- 1978 Juan Pablo I: 2 días
- 1978 Juan Pablo II: 3 días
- 2005 Benedicto XVI: 2 días
- 2013 Francisco: 2 días
Sin embargo esto no siempre ha sido así, a lo largo de la historia se han vivido cónclaves muy diferentes a lo que tenemos en la actualidad. Desde el número de cardenales, por ejemplo en el de Pío XII fue escogido con 48 de los 63 votos posibles (pocos cardenales comparados con los el de este año que serán 133 los que decidirán al nuevo pontífice) hasta los días que tardan en elegir al Papa. 7
El cónclave más largo de la historia
La muerte del Papa Clemente IV en noviembre de 1268 dio inicio a un nuevo conclave. Sólo 19 cardenales fueron los encargados de elegir al nuevo sucesor de la Sede de Pedro, sin embargo estos estaban profundamente divididos por distintos intereses políticos, lo que dificultó enormemente la toma de decisión.
Además, los cardenales sólo se reunían para votar, el resto del día lo pasaban en la ciudad como un ciudadano más, lo que también hizo que muchos recibieran grandes presiones del exterior.
Después de llevar un año y medio con el proceso de elección, decidieron tomar medidas contundentes para acelerar el proceso. En primer lugar, les encerraron a todos en una sala bajo llave (de aquí viene el nombre actual "con llave" es cum clave), les racionaron la comida de forma drástica, con porciones de pan y agua y les retiraron incluso el techo del Palacio de los papas, el edificio en el que les encerraron, para exponiéndoles a las inclemencias del tiempo.
La situación lejos de aligerarse, continuaba estancada, tal fue así que de los 19 cardenales que se reunieron en Viterbo, dos enfermaron gravemente y uno murió. A pesar de esto, los cardenales continuaron un año más encerrados.
En un intento desesperado de alcanzar el consenso y tras la intervención del propio rey Felipe III de Francia, finalmente delegaron la toma de decisión en únicamente 6 cardenales, que el 1 de septiembre de 1271eligeron a Teobaldo Visconti, quien fue nombrado como Gregorio X.
El pontífice no se encontraba ni siquiera en Italia, estaba en Tierra Santa (Israel), por lo que tuvieron que avisarle para que fuera a Italia a ser nombrado Papa. Este proceso se extendió hasta marzo de 1272.
‘Ubi periculum’
Después de este largo proceso de tensiones y tras dejar en evidencia la falta de decisión en la Iglesia, Gregorio X promulgó tan sólo dos años más tarde, en 1274 la constitución apostólica 'Ubi periculum'. En esta bula (documento pontificio), estableció normas estrictas para los futuros cónclaves:
Los electores deberán ser encerrados bajo llave para evitar presiones y distracciones. Por otra parte, tuvo en cuenta la reducción progresiva de sus raciones de alimentos, desde ir disminuyendo la cantidad conforme vayan pasando los días, hasta el pan y agua si volvían a alargarse tanto.
Tras el paso de los años, algunas de sus normas más estrictas fueron eliminadas o suavizadas por sus sucesores, y algunas de ellas cayeron en desuso. Sin embargo, la regla más importante del encierro de los cardenales electores sigue siendo una de las claves de los cónclaves en la actualidad.


