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Pio XII explotó en su funeral por no ser embalsamado

Francisco I ha solicitado no ser embalsamado, y el Papa de la Segunda Guerra Mundial lo pidió de una forma experimental y fallida.

Francisco I ha solicitado no ser embalsamado, y el Papa de la Segunda Guerra Mundial lo pidió de una forma experimental y fallida.
Pio XII dando la bendicion "Urbi et Orbi" Pius XII giving its blessing " Urbi and Orbi " to the pilgrims collected on the place Holy Pierre. 1950. HRL-644857 | Cordon Press

Este sábado a las 10.00 horas se celebra el funeral del papa Francisco, fallecido el Lunes de Pascua a los 88 años. El pontífice dejó sus peticiones para simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma exprese mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado. Entre ellas, solicitó ser enterrado en la Basílica Santa María la Mayor en una tumba sencilla y no ser embalsamado. Pero no ha sido el primero: Pío XII ocupó el papado durante la Segunda Guerra Mundial, solicitó un embalsamiento "diferente" y su cadáver explotó dentro del ataúd.

El Papa fallecido en 1958 con 82 años tras un infarto, se sometió a un proceso de embalsamamiento experimental y fallido llevado a cabo por su médico, Riccardo Galeazzi-Lisi. "Los dos médicos dijeron que una de las ventajas de su método era que el cuerpo embalsamado no tenía que ser despojado" de los órganos vitales, según publicó The New York Times. Su cuerpo fue sumergido en una mezcla de hierbas aromáticas y envuelto en papel de plástico. Sin embargo, este método con el calor aceleró la descomposición, hinchándose y desprendiendo un olor que provocaba el desmayo de algunos de los guardias encargados de custodiarlo, por ello, El Vaticano decidió cerrar el ataúd.

Durante el traslado a la Basílica de San Pedro, los gases se acumularon y el pecho explotó. Además la tonalidad del cuerpo se volvió de un color verde azulado y las extremidades negras, las facciones se desprendieron, perdió el tabique nasal y parte del rostro.

Intentando evitar un mayor deterioro se le realizaron nuevas intervenciones cerrando la basílica, colocándole una máscara de cera sobre el rostro y elevando la tarima durante la veneración en el salón del trono del palacio de Castelgandolfo.

El papa Pío XII fue enterrado en la Grutas Vaticanas que se encuentran bajo la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Por su parte, el médico fue despedido del Colegio de Médicos y de la Santa Sede.

En 1953 Galeazzi-Lisi formó parte de la comisión que decretó que los huesos humanos envueltos en una tela púrpura encontrados durante las excavaciones en las Cuevas del Vaticano pertenecían a San Pedro –el antropólogo Venerando Correnti, determinó que pertenecían "a la misma persona, un ser robusto, de sexo varón, con avanzada edad, posiblemente de setenta años, y del primer siglo"–.

Posteriormente, el médico inventó un tratamiento de embalsamamiento que tuvo resultados en un fallecido, pues los tejidos de la piel eran elásticos y se mantenían en perfecto estado, algo que sorprendió a Pio XII.

La traición del médico

Antes de fallecer, Galeazzi realizó fotografías al Papa en la cama, unas imágenes exclusivas que vendió por una elevada cantidad a medios extranjeros, publicadas finalmente por un diario italiano. Además, los medios señalan que exigía dinero por revelar su vida con el Papa, detalles clínicos y un relato de las últimas horas de Pio XII.

Asimismo, acordó dar la primicia del fallecimiento a una agencia de noticias italiana teniendo como señal abrir una ventana del castillo papal de Castel Gandolfo para indicar el momento exacto. Sin embargo, uno de los presentes en la estancia abrió un día antes la ventana y la noticia fue publicada antes de la muerte.

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