La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Santo Padre editó y publicó hace unos meses la segunda edición del Ordo exequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guiará los funerales del Papa ya que este quería simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración del las exequias "sea la de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo".
Entre estas modificaciones está la del deseo del Papa de ser enterrado en la Basílica de Santa Mayor de Roma, ya que aquí se encuentra la Virgen Salus Populi Romani, un icono bizantino donde la Virgen María sostiene al Niño Jesús en brazos, bendiciendo con una mano y sosteniendo el Evangelio con la otra. Se trata de una imagen muy querida, que se atribuye a San Lucas, evangelista y patrón de los pintores y que está estrechamente vinculado a la identidad de Roma y sus Papas . Así lo declaró el propio Francisco en una entrevista en 2023: "Es mi gran devoción. Y, antes, ya cuando venía siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Hay un ligazón muy grande."
Además, cada vez que el Papa Francisco ha salido de viaje, ha puesto sus viajes apostólicos bajo la protección de la Salus, a quien suele visitar antes de su partida y después de su regreso siguiendo una tradición de los jesuitas, que desde los orígenes de la Compañía de Jesús promovieron el culto y distribuyeron copias del icono por todo el mundo.
Conocemos la Basílica de Santa María la Mayor
Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas mayores que hay en Roma, junto a las de San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y San Pedro en El Vaticano. Fue el primer santuario consagrado a la Madre de Dios en Roma y Occidente.
Santa María la Mayor es la única entre las Basílicas Papales que ha mantenido intacto su aspecto paleocristiano, considerado fruto de un diseño divino. Sin duda resulta un espacio muy significativo para Francisco, ya que ha estado más de 100 veces en esta basílica. Además, tras ser elegido, este fue el sitio en el que pasó sus primeras horas como Papa, en soledad y rezando a Dios.
En la Basílica de Santa María la Mayor, el Papa Francisco encontrará a cinco de sus predecesores: Pío V (1566-1572), Sixto V (1585-1590), Clemente XIII (1758-1769), Pablo V (1605-1621) y Clemente IX (1667-1669).
Su vinculación con la Corona española
El 7 de octubre de 1647, mediante la Constitución apostólica Sacri Apostolatus, el papa Inocencio X, recogiendo los deseos del rey Felipe IV de España, erigió a Santa María la Mayor como Obra Pía por la que se asignaba una renta anual al cabildo de la basílica a cambio de honores litúrgicos y preces para la Monarquía española. Desde entonces, los reyes de España han sido protocanónigos honorarios del Cabildo Liberiano de la Basílica.
En 1953, cuando se firma el Concordato entre la Santa Sede y España, se renueva dicho privilegio mediante la bula Hispaniarum fidelitas como se recoge en el párrafo primero del artículo XIII: "En consideración de los vínculos de piedad y devoción que han unido a la Nación española con la Patriarcal Basílica de Santa María la Mayor, la Santa Sede confirma los tradicionales privilegios honoríficos y las otras disposiciones en favor de España". En tal sentido, 10 de febrero de 1977, el rey Juan Carlos I aceptó su nombramiento como protocanónigo honorario.
En 1990 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Entre las reliquias más importantes, la Basílica custodia los restos de San Matías y de San Jerónimo.
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