El texto, según fuentes del Kremlin, contempla un cese de hostilidades a largo plazo en algunas regiones del frente, pero plantea exigencias clave que complican su aceptación por parte de Kiev.
Entre los puntos centrales de la propuesta destaca la retirada de las fuerzas ucranianas de las regiones de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, territorios parcialmente ocupados por Rusia desde el inicio de la invasión. Además, Moscú reclama la adopción de medidas para abordar lo que define como las "causas profundas" del conflicto.
El memorándum ha sido recibido en medio de un clima diplomático tenso pero con contactos abiertos entre ambas partes, tras recientes intercambios de prisioneros y operaciones militares de alto impacto.
Por el momento, no ha habido una reacción oficial por parte del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aunque se espera una evaluación detallada en los próximos días.

