
La administración cultural de Alemania dejará de emplear a partir de ahora asteriscos, desdoblamientos en plural o símbolos como «@» para marcar la neutralidad de género en documentos oficiales, comunicaciones internas y discursos. Así lo ha establecido el ministro de Cultura, Wolfram Weimer, quien ha prohibido el uso de lenguaje inclusivo en todos los departamentos bajo su responsabilidad, que suman unos 470 trabajadores.
Además, ha instado a que esta misma política se adopte en los 15 ministerios federales, en fundaciones, medios públicos, el sistema educativo y en instituciones culturales como museos o centros de interpretación histórica. Weimer se muestra convencido de que "es cuestión de tiempo".
El ministro defiende que se utilice el alemán normativo, tanto en forma escrita como oral, y en cualquier ámbito. "Las reglas del idioma alemán se aplican a partir de ahora al Comisionado de Cultura y Medios de Comunicación en la Cancillería", ha declarado personalmente. También ha señalado que, en la Cancillería —donde sí tiene competencia directa— ya no se emplea el género neutro en cartas, correos o notas. "Saludamos a los destinatarios con el saludo 'Estimados damas y caballeros'", ha explicado, remitiéndose a las normas fijadas por el Consejo de Ortografía Alemana.
Según Weimer, "el género forzado de ninguna manera refleja cómo habla la gran mayoría en nuestro país". A su juicio, "más bien, el lenguaje de género neutro profundiza la división de nuestra sociedad, cuando el lenguaje debe conectar, no separar… es un medio importante de comprensión social, no un campo de juego para los ideólogos. Es por eso que rechazo cualquier educación lingüística condescendiente".
"Dañan la belleza de nuestro lenguaje"
Entre sus primeras acciones al asumir el cargo figura este llamamiento dirigido "a todas las instituciones financiadas con fondos públicos". Afirma que le preocupa proteger "nuestra cultura lingüística en esta tierra de poetas y pensadores" y considera que las intervenciones deliberadas en el idioma para forzar el género son «no solo innecesarias, sino que dañan la belleza de nuestro lenguaje».
En la misma línea, un portavoz del ministro de Agricultura, Alois Rainer, ha recordado que "las normativas de lenguaje neutro de género se consideran actualmente contrarias a la ortografía y no se puede suponer que sean generalmente comprensibles en el sentido de comunicación sin barreras".
La decisión ha provocado rechazo en partidos progresistas y entre activistas LGTBIQ+, que la tachan de "retroceso simbólico" y de "invisibilizar a personas no binarias y trans". El diputado verde Erik Lehmann ha calificado a Weimer de "misionero cultural" y la Asociación de Periodistas Alemanes denuncia una "grave extralimitación de competencias". La plataforma Campact, por su parte, ha reunido más de 75.000 firmas para pedir que se anule la medida, defendiendo que "la diversidad debe ser visible y respetada".


