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Residuos alimentarios y textiles: la UE impone objetivos obligatorios para reducirlos antes de 2030

Los países deberán recortar el desperdicio de comida y financiar sistemas de reciclaje textil en los próximos tres años.

Los países deberán recortar el desperdicio de comida y financiar sistemas de reciclaje textil en los próximos tres años.
Residuos alimentarios. | Pixabay/CC/Hans

El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva directiva que obliga a los Estados miembros a reducir el desperdicio alimentario y establecer sistemas de recogida y reciclaje textil antes del año 2030.

La norma, que ya contaba con el respaldo del Consejo, se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea y los países dispondrán de un plazo máximo de 20 meses para incorporarla a su legislación nacional.

Objetivos nacionales contra el despilfarro alimentario

La directiva establece dos objetivos obligatorios de reducción del desperdicio alimentario que los Estados miembros deberán alcanzar antes del 31 de diciembre de 2030. Por un lado, se exige una reducción del 10 % en las etapas de procesamiento y fabricación, y por otro, un 30 % per cápita en los sectores de distribución minorista, restauración, servicios de alimentación y hogares.

Las cifras de referencia se calcularán sobre la base del promedio anual registrado entre 2021 y 2023. Además, los Estados estarán obligados a identificar a los operadores con mayor peso en la generación o prevención del desperdicio y a implementar medidas para facilitar la donación de alimentos seguros no vendidos.

En el caso de España, la Ley 1/2025 de prevención del desperdicio alimentario ya contempla objetivos similares, con un horizonte 2030: una reducción del 50 % en el consumo y distribución minorista y del 20 % en producción y suministro.

Esta norma nacional también incluye la exigencia de contar con planes de prevención, una jerarquía de prioridades para gestionar excedentes y un régimen sancionador para los incumplimientos.

Nueva obligación para la industria textil

La norma europea introduce por primera vez un sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (REP) para el sector textil. Según el texto aprobado, todas las empresas que comercialicen productos textiles en la UE, incluidas las plataformas digitales, deberán asumir los costes de recogida, clasificación y reciclaje de los artículos que ponen en el mercado.

Los Estados tendrán un plazo máximo de 30 meses para desarrollar estos sistemas REP, aunque se permitirá una prórroga de un año en el caso de las microempresas. La obligación se aplicará a productos como ropa, calzado, mantas, ropa de cama, cortinas y accesorios, y podrá extenderse también a los colchones, si así lo decide cada país.

El texto contempla, además, la posibilidad de establecer contribuciones diferenciadas según el modelo de negocio, lo que permitiría penalizar a los operadores vinculados a la moda rápida y ultrarrápida, debido al alto volumen de residuos que generan.

Bruselas viste de verde, pero desnuda a las pymes

Por supuesto, mientras Bruselas presume de ecologismo circular, en España la patronal Cepyme ya ha advertido que este nuevo marco regulatorio amenaza con llevarse por delante más de 11.000 pymes y hasta 38.000 empleos, un pequeño "daño colateral" en nombre de la sostenibilidad.

Al parecer, vestir de forma sostenible significará también vestir de forma precaria: la UE no solo dicta lo que debemos comer o tirar a la basura, sino también cómo debemos vestir, aunque eso implique condenar a la ruina a un sector que aporta casi el 3% del PIB. Es el nuevo modelo de "economía verde": menos empresas, más paro y, eso sí, más ropa vieja en el armario de los europeos.

Entrada en vigor y próximos pasos

La directiva será firmada por el Parlamento y el Consejo y se publicará en el Diario Oficial de la UE en las próximas semanas. A partir de ese momento, los países dispondrán de 20 meses para transponerla a su legislación nacional y un plazo adicional de hasta 30 meses para desarrollar los sistemas REP en el ámbito textil.

Según los datos de la Comisión, cada europeo genera una media de 132 kilos de residuos alimentarios y 12 kilos de residuos textiles al año. En total, la UE produce 60 millones de toneladas de residuos alimentarios y más de 12 millones de toneladas de residuos textiles anualmente. Menos del 1 % de los textiles se recicla para fabricar nuevos productos.

En nombre de la sostenibilidad, Europa parece dispuesta a salvar el planeta, aunque deje a los europeos sin empresas, sin empleo y, literalmente, sin ropa nueva.

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