El domingo, el Papa Leo declaró siete nuevos santos de la Iglesia Católica en una ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro. Entre los canonizados se encuentran Bartolo Longo, un abogado italiano que practicaba ritos satánicos antes de convertirse al catolicismo y convertirse en un destacado promotor del Rosario, y Ignatius Maloyan, arzobispo católico armenio ejecutado en 1915 por negarse a convertirse al Islam durante las deportaciones masivas del Imperio Otomano.
El papa destacó sobre los canonizados que eran "no héroes o campeones de algún ideal, sino hombres y mujeres auténticos". La ceremonia contó también con la presencia del Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.