
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se encuentra sumido en una crisis política que su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, está aprovechando para impulsar su propio proyecto. En este contexto, la amplia actividad social en la residencia presidencial Quinta de Olivos durante el confinamiento más estricto de la pandemia puede ser clave para la caída en desgracia de un presidente, acusado además de mantener una "frenética vida sexual" extramarital.
En el caso conocido como Olivosgate, los registros de entrada a la residencia presidencial desvelaron que unas 1.509 personas visitaron Quinta de Olivos entre el 15 de marzo de 2020 y el 15 de junio de 2021, en un momento en el que los argentinos no podían ver a sus familiares, ni siquiera para enterrarlos.
El presidente y su mujer, Fabiola Yánez, celebraron fiestas de cumpleaños y recibieron todo tipo de visitas, muchas de ellas sin relación ninguna con la gestión del país. Por allí aparecieron la modelo y exasesora presidencial Sofía Pacchi, la depiladora de la primera dama, Yamila Chamma o la figura de la noche porteña, Tatiana Pizlo Jezior, que entró en Quinta de Olivos cinco minutos antes del toque de queda, invitada por el presidente sin razón aparente, mientras la primera dama se encontraba fuera de la ciudad.
Dentro del listado de reuniones privadas celebradas durante el confinamiento que no encajan con la actividad imprescindible que debe realizar un presidente, ha aparecido también el nombre de la popular presentadora y actriz, Florencia Peña. Ella asegura que fue un encuentro para hablar de la situación de los actores en plena cuarentena.
Sin embargo, las especulaciones sobre el verdadero interés de Alberto Fernández fueron inmediatas, especialmente teniendo en cuenta que la charla se podría haberse resuelto con una simple videollamada.
"No soy la petera del presidente"
La situación obligó a intervenir incluso al jefe de Gabinete del presidente, que sostuvo que todas las personas que habían ido a Olivos eran "personal de trabajo". Pero el diputado Fernando Adolfo Iglesias replicó publicando en redes tres fotos sensuales de Florencia Peña, Sofía Pachi y Ursula Vargues (otra exmodelo, conductora de radio, que había ido a Olivos) y preguntó: "¿Personal de trabajo?"
El personal de trabajo @SantiCafiero https://t.co/oVeI5ucJWr pic.twitter.com/vY80GVIxLU
— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) August 1, 2021
Señalada públicamente, la actriz Florencia Peña respondió airada: "No soy la petera del presidente". Petera es un insulto para referirse de forma despectiva a las mujeres que disfrutan practicando sexo oral. Peña también criticó que no se dijera nada de los hombres que visitaron Quinta de Olivos: "¿Se la agarran conmigo porque soy mujer?"
La situación generó un debate entre los argentinos y las redes se polarizaron entre aquellos que consideraron que la presentadora estaba sufriendo "violencia machista" y los que opinan que esto es una cortina de humo para ocultar lo verdaderamente grave del asunto: la reunión se produjo durante el confinamiento.
Sexo en el ascensor
Los apetitos sexuales del presidente se han convertido en tema de debate político. Según medios locales, Cristina Fernández llegó a pedirle en privado que "baje un cambio en torno a su frenética vida sexual" y habría apodado a Alberto Fernández con el sobrenombre "pito duro", según desveló el presentador Jorge Rial.
Por si fuera poco, además de los perturbadores vídeos que publica el hijo no binario del presidente, conocido como Dyhzy, "la drag queen del cosmos", hace un año apareció un vídeo bautizado como "Sexo en el ascensor" en el que un hombre mantiene un apasionado encuentro con una mujer. Aunque no se llega a ver con claridad, el periodista Santiago Cúneo afirma que se trata de Alberto Fernández, al que acusó de usar "el dinero del pueblo argentino para orgías y fetiches sexuales".
Mucho se especula en Argentina con el material audiovisual que podría tener en su poder Cristina Fernández con los encuentros sexuales del presidente, hasta el punto incluso de que podría hacerle caer en cualquier momento.
De hecho, después de más de un mes sin encuentros en persona, Alberto Fernández y la vicepresidenta finalmente se reunieron este lunes pasado tras la dimisión del ministro de Economía Martín Guzmán. El presidente, debilitado, cedió ante la expresidenta sobre el nombramiento de la nueva titular de la cartera de Economía, Silvina Batakis. Su designación sugiere un avance en la influencia de Kirchner en los asuntos del Gobierno.


