La extrema izquierda peruana vuelve a provocar violencia en las marchas contra Dina Boluarte

Poco ha durado la tranquilidad en las ciudades del Perú después de las fiestas navideñas y el año nuevo. La extrema izquierda ha vuelto al levantarse este miércoles para seguir presionando al Gobierno de Dina Boluarte exigiendo su renuncia y un nuevo adelanto de elecciones pese a que hace un par de semanas el Congreso determinó que los nuevos comicios se celebrarían en abril de 2024. Además, los extremistas insisten en la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

La jornada de protestas había sido convocada hace ya varios días por colectivos y sindicatos de trabajadores en diferentes partes del Perú, en especial en el sur del país. Muchos de estos grupos ya habían participado en las manifestaciones de hace dos semanas que dejó un saldo de más de 25 muertos ante la enorme violencia provocada por la extrema izquierda y la respuesta de las fuerzas del orden.

Este miércoles, varios de estos grupos armados aparecieron con palos e incluso con escudos metálicos construidos para atacar a los miembros de la Policía y del Ejército enviados por el gobierno para evitar situaciones como las ocurridas en el pasado como la toma de aeropuertos y el bloqueo de carreteras.

La situación fue complicada también en Lima donde grupos extremistas marcharon y provocaron disturbios lanzando piedras y objetos a los miembros de la policía que resguardaban el centro de la capital.

El factor Morales

Además de representantes y congresistas de la extrema izquierda, también se ha señalado a Evo Morales como uno de los que más ha apoyado estas movilizaciones en contra del Gobierno de Boluarte. De hecho, algunos parlamentarios han pedido que el Ejecutivo tome medidas para impedir el ingreso del expresidente boliviano a la zona sur del país, centro de las manifestaciones más violentas.

Al respecto, Jorge Montoya, congresista de Renovación Popular, señaló a los medios de comunicación que "no podemos permitir que venga al Perú a levantar a las masas para que se separe parte del territorio nacional" y en Twitter agregó que "el ciudadano Morales es un miserable enemigo declarado del Perú".

En una entrevista para radio PBO, la presidenta dijo que "estamos conversando para que, dentro de ese contexto, veamos la situación de ingreso del señor Evo Morales al país porque creo que nadie, ninguna persona, ningún expresidente ni un líder de otro país tiene por qué intervenir en temas internos". Agregó que "si el señor Evo Morales quiere seguir siendo líder allá en Bolivia, pues en Bolivia tiene que ejercer ese papel de líder social y líder político".