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Se consuma la sovietización de Venezuela, el Terror Rojo: casas marcadas, desapariciones o detención de menores

Los represores lanzan vídeos musicales en redes para acosar y humillar a sus víctimas. Se llama "Operación Tun Tun Sin lloradera". "Se ríen de todo".

Los represores lanzan vídeos musicales en redes para acosar y humillar a sus víctimas. Se llama "Operación Tun Tun Sin lloradera". "Se ríen de todo".
Desconocidos mataron de un disparo al hermano de Nohemi Fuenmayor González durante una de las protestas vecinales por los resultados electorales | Cordon Press

"Lo siento, la gente no se atreve a decir nada. El teléfono mío está puyado. Es mejor prevenir que salir golpeado".

La sovietización de Venezuela se ha perpetrado tras el fraude electoral del pasado 28 de julio. Ya nadie está seguro en su propia casa. En Caracas algunas fachadas han sido marcadas con una cruz, "como los judíos", para que todo el mundo sepa a qué atenerse. Hay delaciones, despidos de empleados públicos, allanamientos, toques de queda, desapariciones o revisión de teléfonos móviles. Se pierde la cuenta de los ciudadanos que han tenido que esconderse: "La represión ha ido en aumento de una manera desproporcionada. No les tiembla la mano para quitarle la vida a nadie", nos dice Jenny Salazar, del partido opositor Voluntad Popular en Vargas y del comando de campaña de María Corina Machado.

Dos opciones: enemigo del pueblo o chavista

La ola represiva ha alcanzado cotas nunca vistas: "Por una foto vas preso, como le ha pasado al doctor del Estado Franklin Rodríguez. No sabemos de él. Compañeras de más de 70 años están escondidas porque las buscan con orden de detención. No respetan la edad. A muchos jóvenes de 19, 20, 22 años…, se los han llevado al Helicoide, el centro de mayor tortura en Venezuela".

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Han ido a por los sectores populares, los más humildes y desfavorecidos. Por eso ahora cuando intentas desde España que alguien te cuente qué está pasando chocas contra un muro: "Lo siento, la gente no se atreve a decir nada".

El miedo se ha extendido por todo el país. Se están llevando a menores de edad acusados de terrorismo. Al ser niños la familia va a hacer lo que quiera el chavismo con tal de que los suelten. No se libra nadie: testigos de las mesas electorales denunciados por sus propios vecinos, periodistas o políticos. Son rehenes del sátrapa en las checas venezolanas. "Te pegan, te llevan sin dar explicaciones y vas preso 15 años y sin juicio", cuentan venezolanos en conversación con Libertad Digital.

La humillación: "Operación Tun, Tun"

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Salazar habla del "Tun, Tun" a cargo de Andres Goncalves, "le tienen terror, es abusivo". Los represores hacen vídeos musicales con la imagen de la persona que van a detener o ya han detenido y lo cuelgan en sus redes. El vídeo empieza con el letrero: "Operación Tun, Tun sin lloradera". "Se ríen de todo, te humillan, te acosan". A algunos de "los jóvenes que protestaron los obligaron a pedir disculpas y a decir que los jefes políticos les pagaban para protestar. O los torturan. Siembran el terror".

La ONG Foro Penal ha denunciado que "entre los más de 1.400 detenidos desde el 29 de julio hay personas con discapacidades físicas y cognitivas". Muchos sólo pasaban por allí.

Maduro ha anunciado que la aplicación VenApp, propiedad del Gobierno, se puede usar para delatar de forma anónima. Se ofrecen pagos de 20 dólares (Minuto 8:35) a cambio de un nombre.

"Teléfonos limpios"

Sobre el registro de teléfonos móviles, "mejor mantenerlos limpios", se aconsejan unos a otros. "Los venezolanos hoy no podemos tener nada en nuestros teléfonos, te revisan todo, con quién hablas...".

Las historias que nos transmiten son similares desde varios puntos de Venezuela: "A un muy amigo de la familia le han detenido en su casa. La gente tiene mucho miedo porque les paran y les piden los móviles. Una cosa de locos". Internet se corta varias veces al día y WhatsApp se cae continuamente. Alguno con el que hemos contactado nos pide que, por favor, le escribamos por Telegram. "Hay un control de las redes. Sí lo tienen".

"Aquí ahora está prohibido hablar, están metiendo preso a la gente, están anulando pasaportes", nos cuenta otra venezolana. "A la entrada de los trabajos tienen que dejar los móviles". "Mi hermano nos mandó llamar a la familia de aquí, para que no le preguntemos", nos cuenta un exiliado.

El exgobernador de Tachira habla de "caza de brujas":

Un funcionario nos dice que no quiere hablar: "Paso, paso, paso. El teléfono mío está puyado. Es mejor prevenir que salir golpeado. En la calle les dan con todo. Muchas personas han desaparecido. Van a las casas y les meten presos. Si le dan a uno bala es complicado protestar".

Hay que comprender que la oposición no puede hacer campaña sin las redes sociales y los mensajes. Su espacio de vida es la gente. Si dejan de usarlos por miedo es una batalla ganada para Maduro.

Más ejemplos. A un diputado, Jonhy Rivas lo intentaron detener de forma ilegal cuando guardaba cola para echar gasolina. Estuvo dos horas metido en un coche mientras afuera abogados, compañeros y vecinos intentaban impedir que se lo llevaran.

Los nervios están a flor de piel. Las dueñas de una panadería de Caracas que evitaban los robos pagando a la policía, la protección de la mafia, ya no aguantan más, cierran. "Ahora sí que se van", nos dice una conocida. Salazar augura que "si ahora hay afuera 8 millones serán 20, con 4 dólares mensuales no puedes comprar ni una docena de huevos".

Recuerdan que el 28 de julio fue un día "bello y hermoso, impresionante. Desde las 4 de la madrugada la gente en las calles y en los colegios electorales". El éxito de la resistencia ha sido indiscutible tras "25 años rompiendo la familia venezolana". Ahora confían en la comunidad internacional. "Saben que los tiempos diplomáticos no son los del sufrimiento venezolano pero es necesario que nos ayuden a frenar la violencia", concluyen.

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