
Más allá de las afinidades políticas con el fujimorismo, no hay duda de que la muerte a los 86 años de Alberto Fujimori, presidente del Perú entre 1990 y 2000, no ha dejado indiferente a nadie y desde que se confirmó la noticia, después de una tarde llena de rumores, las redes sociales comenzaron a llenarse de comentarios. Lo cierto es que su muerte revuelve el panorama político cuando se hablaba incluso de su posible candidatura.
La hija del expresidente, Keiko, fue la encargada de comunicar la noticia a través de su cuenta de la red social X en nombre de todos de sus hermanos. Dijo que su fallecimiento ocurrió "después de una larga batalla contra el cáncer".
Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma.
— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) September 11, 2024
Gracias por tanto papá!
Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.
De igual manera, el gobierno peruano también mostró sus condolencias por la muerte de Fujimori, y el primer ministro, Gustavo Adrianzen anunció que coordinaría con la familia para los detalles relacionados al funeral.
Presidencia de la república lamenta el sensible fallecimiento del expresidente del Perú, Alberto Fujimori Fujimori. Nuestras sentidas condolencias a la familia, a quienes acompañamos en su profundo dolor. Dios lo tenga en su gloria y que descanse en paz.
— Presidencia del Perú 🇵🇪 (@presidenciaperu) September 12, 2024
Después de su puesta en libertad, la propia Keiko Fujimori, candidata presidencial sin éxito en tres oportunidades, reveló que su padre se había afiliado a su partido Fuerza Popular y más adelante anunció que sería cabeza de la lista para las elecciones de 2026, una posibilidad que los expertos rechazaban por su calidad de indultado, una situación que no borra los delitos por lo que fue condenado a prisión por 25 años.
Hace nueve meses, Alberto Fujimori, responsable del autogolpe de Estado en 1992 que lo convirtió en dictador y que cumplía una pena de 25 años por diversos crímenes, dejó la prisión tras hacerse efectivo un indulto por una orden del Tribunal Constitucional peruano que ordenó su puesta en libertad.

