
Las declaraciones de Esteban González Pons en Es la Mañana de Federico, de esRadio, han provocando un incendio político que ha derivado en un duro enfrentamiento entre el Gobierno y el PP a cuenta de Venezuela. Las graves revelaciones de Edmundo González de haber sido coaccionado en la residencia del embajador español, llevaron al eurodiputado a acusar a Pedro Sánchez de colaborar con el golpe de Estado de Nicolás Maduro, lo que prendió la mecha.
El PSOE exigió su inmediata dimisión, a la que siguió después una cascada de reacciones del Gobierno a través de su vicepresidenta, María Jesús Montero, del ministro Ángel Víctor Torres, y del propio titular de Exteriores, José Manuel Albares, sobre el que recaen todas las dudas ante la actuación del embajador español en Caracas.
Visiblemente molesto por las acusaciones de Pons, Albares ha negado "haber participado en ninguna negociación política entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela", en referencia al documento firmado, sin calificar lo ocurrido de "coacción", y atribuyendo en todo momento a Edmundo González una supuesta libertad de decisión que no tenía ya que había sido amenazado por el régimen chavista.
Preguntado por los medios por la presencia del embajador cuando se produjo la firma del documento y las coacciones, Albares ha dicho que "tiene que quedar claro que el embajador y Edmundo González compartían un mismo espacio físico. Sólo hay un salón, era la misma casa", ha dicho, justificando así las imágenes en las que se le ve en presencia del presidente electo y los representantes del régimen chavista.
Según su versión, el embajador de España "tenía instrucciones precisas de no inmiscuirse en la libertad de Edmundo González para poder hablar, gestionar, tener encuentros con quien él considerara", llegando a admitir, por tanto, que se permitió la entrada de la vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez, y de un funcionario del régimen, a la residencia del embajador, y por tanto a suelo español.
El ministro ha insistido en atribuir a González libertad de decisión, asegurando que "nuestro objetivo era que la decisión que Edmundo tomara fuera la que él realmente quisiera", para lo cual habló con él y confirmó que, supuestamente, quería venir a nuestro país y recibir asilo para "estar seguro de que era su decisión".
