
La Fiscalía de Bolivia investiga al expresidente del país, Evo Morales, por los delitos de "trata de personas" y "estupro" en relación con la denuncia de una mujer -de 23 años- que le acusa de haberla violado y dejado embarazada cuando ella era menor de edad. Los hechos habrían ocurrido entre 2014 y 2016. Cuando la presunta víctima quedó encinta, tenía 15 años y él era mandatario.
Aunque niega los cargos, Morales no acudió a declarar el pasado jueves ante la Fiscalía de Tarija. No lo hizo porque su vida -dice- corría peligro. Según uno de sus abogados, Nelson Cox, no había garantías suficientes para que lo hiciera de forma segura, a pesar del despliegue de hasta 600 efectivos que se había previsto precisamente con ese objetivo.
No me extraña ni me preocupa! Todos los Gobiernos neoliberales, incluido el actual, me amenazaron, me persiguieron, me encarcelaron, intentaron matarme. No tengo miedo! No me callarán!
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 3, 2024
Seguiré luchando junto a nuestro pueblo, junto a mis hermanas y hermanos que nunca me…
Supuestamente, al no presentarse, debía haberse dictado una orden de arresto contra él. De hecho, la Fiscalía lo anunció. Pero, según el ministro de Gobierno de Bolivia (equivalente al de Interior, en España), Eduardo del Castillo, la policía no ha recibido orden de arresto alguna contra el que fuera presidente del país entre los años 2006 y 2019.
Entretanto, se sigue caldeando el ambiente. En los últimos días, han salido a la palestra nuevas voces que acusan sin tapujos a Morales de abuso sexual a menores. Por otra parte, los seguidores del exmandatario siguen bloqueando carreteras del centro del país para reclamar que se cierre la investigación contra el líder socialista, que tachan de persecución política.
Este es el contexto en el que se ha perdido el rastro tanto la joven que acusó de estos graves delitos a Morales como la hija que habría nacido de las relaciones no consentidas entre ambos. Algo que -se investiga- podía haber sido aprobado y/u ocultado por la familia de la entonces menor. Su padre fue detenido el pasado 11 de octubre y su madre se encuentra prófuga.
¿Fueron secuestradas?
De ahí que la policía decidiera abrir una investigación "de oficio", ha confirmado el ministro Del Castillo. La División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) en la región sureña de Tarija ha difundido el aviso de búsqueda para ambas, a las que se perdió la pista el pasado 2 de octubre.
"Desde esa fecha, se desconoce su paradero", reza el comunicado. Cindy Sarai Vargas Pozo (de tez trigueña y cabello de color negro) y su hija de 8 años fueron vistas "por última vez" -recoge la alerta- alrededor de las 18.00 horas del miércoles día 2, cuando se encontraban en las inmediaciones de un colegio adventista de la ciudad de Yacuiba, muy cerca de Argentina.
Medios locales informan del supuesto intento de secuestro de la mujer y la niña, precisamente ese día en la puerta del mencionado centro educativo, aportando como prueba varios videos -que han estado circulando por las redes sociales- en los que se aprecia cómo las personas que estaban en el lugar impiden que metan a dos personas en un vehículo.

