
Hasta 8.955 menores fueron casados en Marruecos el año pasado, según datos ofrecidos por el ministerio de Justicia del país vecino, que ha revelado que el número de solicitudes de matrimonio con menores de edad en 2024 alcanzó un total de 15.425, de las cuales 11.325 se presentaron en zonas rurales y menos avanzadas.
Según explica el digital marroquí Nadorcity, en las zonas rurales, este fenómeno está por las nubes en comparación a las ciudades. En 2023, se registraron 9.021 casos en áreas rurales en comparación con tan solo 2.882 casos en las ciudades, mientras que, en 2022, se registraron 10.528 frente a los 4.104 registrados en ciudades.
Este fenómeno también se ha extrapolado a España debido a que la población del país vecino sigue siendo la comunidad extranjera más numerosa en nuestro territorio, con más de un millón de personas registradas. Un ejemplo claro es el de una profesora catalana que denunció en enero que varias de sus alumnas musulmanas habían abandonado el colegio porque "sus padres les obligan a casarse".
Marruecos presume de las cifras
Con todos estos datos sobre la mesa, el ministro de Justicia marroquí, Abdellatif Wahbi, ha confirmado que la disminución de casos -de 26.298 matrimonios con menores en 2017 a los 8.955 registrados en 2024- refleja los resultados positivos de los esfuerzos realizados por su ministerio y del gobierno, así como por organizaciones de la sociedad civil, para reducir el matrimonio de menores mediante la concienciación y el fortalecimiento de las garantías legales.
Wahbi ha explicado que el Código de Familia prevé un mecanismo jurídico preciso por el cual los menores de 18 años solo pueden contraer matrimonio mediante una decisión razonada del juez de familia a cargo del matrimonio, siempre que se demuestre un interés genuino. El juez debe escuchar el testimonio de los padres o del tutor legal del menor, con la posibilidad de solicitar peritaje médico o investigación social antes de conceder cualquier permiso excepcional.
A pesar de ello, los casi 10.000 matrimonios entre menores sitúan a Marruecos como uno de los países donde más sufren las niñas y las mujeres, que viven diariamente las consecuencias del islam. En este sentido, según ha explicado el digital Nadorcity, los observadores consideran que estos datos requieren considerar alternativas sociales y de desarrollo más profundas que mejoren el derecho de las niñas a la educación y las protejan de la vulnerabilidad que conduce al matrimonio precoz.



