222 horas o lo que es lo mismo, más de nueve días. Es el tiempo que ha pasado una mujer de 42 años bajo los escombros en la provincia de Kahramanmaras, el epicentro del terremoto. Ha pasado un infierno, casi diez días sin comida ni agua, sepultada entre los restos de su edificio. Los rescatistas llevan tiempo trabajando contrarreloj para sacar a los últimos supervivientes. Así que el alivio de saber que hoy lo han conseguido desencadena abrazos, llantos y felicitaciones. La mujer ya se encuentra en el hospital. Pese a la tragedia, es una de las afortunadas. En Turquía han muerto más de 35.000 personas en lo que ya es el desastre más mortífero de su historia.

