En medio del actual conflicto entre Israel y Hamás, el lazo amarillo ha cobrado un nuevo significado en Israel. Este símbolo, tradicionalmente asociado a causas diversas alrededor del mundo, ha sido adoptado por los israelíes como un llamado desesperado para negociar la paz y exigir la liberación de los secuestrados en Gaza.
El lazo amarillo está estrechamente vinculado a la campaña 'Bring them home now' ("Devolvedlos a casa ya"), que ha inundado Israel con imágenes de los secuestrados y las víctimas del conflicto. Esta campaña, impulsada por grupos de la sociedad civil, ha jugado un papel crucial en la movilización ciudadana, exigiendo no solo la liberación de los rehenes, sino también el fin del conflicto.
Los carteles que acompañan al uso del lazo amarillo muestran los rostros de soldados y civiles fallecidos, reforzando el mensaje de que la guerra tiene un costo humano que no puede ser ignorado. Esta iniciativa se ha vuelto uno de los elementos más visibles de la protesta, simbolizando la exigencia de justicia y el clamor por la paz.
La polémica del lazo amarillo
Uno de los puntos que ha generado un gran debate en Israel es la decisión del primer ministro Benjamín Netanyahu de llevar el lazo amarillo en su traje durante actos públicos. Este gesto ha sido duramente criticado, especialmente por las familias de los secuestrados que reclaman más acciones y menos gestos simbólicos.
Para estas familias, la imagen de Netanyahu con el lazo parece incongruente, ya que consideran que su gobierno no ha tomado suficientes medidas concretas para resolver la situación. De hecho, han pedido públicamente que el primer ministro deje de usar el lazo hasta que se logren avances tangibles en las negociaciones con Hamás. La percepción de que se trata de una estrategia política ha alimentado el malestar de quienes exigen soluciones inmediatas.
Contraste con el lazo catalán: coincidencia sin conexión
El uso del lazo amarillo podría resultar confuso para quienes conocen su connotación en Cataluña, donde es un símbolo del movimiento independentista. Sin embargo, el lazo en Israel no tiene ninguna relación con reivindicaciones soberanistas . En este contexto, su propósito es puramente humanitario, ligado al deseo de poner fin a la violencia y salvar las vidas de quienes permanecen secuestrados.
Si bien en otros lugares del mundo el lazo puede evocar luchas políticas específicas, en Israel ha sido reinterpretado como una herramienta de presión ciudadana para alcanzar la paz. La mayoría de los israelíes no están familiarizados con el uso que se le da en España, lo que confirma que su adopción en este caso responde a la urgencia de una solución humanitaria.