
Pedro Sánchez ha vuelto a desatar la indignación en Israel. Este jueves, el presidente español, recién llegado de la cumbre de la OTAN, reveló en Bruselas a su entrada al Consejo Europeo que pediría a la UE la suspensión inmediata del acuerdo de asociación con Israel, acusando al país de violar los derechos humanos en Gaza. "Lo que no tiene ningún sentido es que llevemos 18 paquetes de sanciones a Rusia por su agresión a Ucrania y Europa, en un doble estándar, no sea capaz ni de suspender un acuerdo de asociación cuando se está violando flagrantemente el artículo dos del respeto a los derechos humanos", recalcó.
Sus palabras ya han tenido una respuesta de Israel a través de su embajada en Madrid, que ha hecho público un comunicado en las redes sociales muy duro con el presidente español tras meses de desencuentros.
Acusan a Sánchez de "demonizar" a Israel y señalan que en medio de la agresión iraní, con la caída "durante doce días consecutivos" de misiles sobre ciudades del país, el Gobierno de España eligió no condenar —ni una sola vez— los ataques deliberados y continuos contra civiles israelíes, iniciando una cruzada antisraelí. En su lugar ha llamado a suspender los acuerdos europeos con Israel e imponer un embargo de armas ¡al país que estaba siendo atacado!".
Comunicado tras las declaraciones demonizando a Israel, realizadas esta mañana por el presidente del Gobierno de España, en vísperas de la reunión de líderes de la UE:
Hasta hace apenas unos días, misiles balísticos iraníes caían durante doce días consecutivos sobre ciudades… pic.twitter.com/cdRFJ1Tuqo
— Israel en España 🇮🇱 (@IsraelinSpain) June 26, 2025
"Esto no solo es profundamente lamentable: es moralmente indefendible", dice la embajada, que señala que Israel, es "un país democrático que se enfrenta a amenazas existenciales en múltiples frentes" y "tiene el derecho —y el deber— de defender a sus ciudadanos".
"Agradecemos y valoramos el respaldo claro demostrado por nuestros principales socios europeos en estos días tan difíciles. La postura adoptada por el Gobierno español coloca a España en los márgenes más extremos —y cada vez más aislados— de la posición europea sobre Oriente Medio. Y la sitúa, lamentablemente, en el lado equivocado de la historia", avisa.
